Ante la duda Gas es una de las expresiones más frecuentes entre todo nuestro colectivo. La escribimos cuando nos mandamos mensajes, la ponemos con emoticonos, la decimos o nos hacemos un mero gesto con el puño derecho y entendemos a la perfección lo que nos queremos decir.
Un símbolo de nuestra pasión, nuestras ganas y de lo que debemos hacer siempre. Una frase llena de sentimiento y que nos hace vibrar.
¿Pero es cierta? Ante la duda, ante cualquier imprevisto, ante cualquier problema, ¿damos gas?
Si nos referimos a cómo vivimos nuestra vida, esa es la actitud que debemos seguir. Ante la duda, hay que tirar fuerte hacia delante. Con ganas, energía y toda la vitalidad que tengamos. No frenar ante ningún imprevisto ni ante ningún problema porque es el gas el que mueve toda nuestra vida.
Pero si nos referimos a la conducción y/o al pilotaje, la cosa cambia un poco. Ante la duda gas es lo que nos gustaría hacer a todos pero la realidad es que ante la duda tiramos de frenos.
Aunque muchas situaciones requieren impepinablemente usar los frenos con fuerza y determinación, muchísimas otras se solventarían mejor apretando los dientes y dando más gas. Pero el miedo, el respeto, la incertidumbre o simplemente las dudas de poderlo hacer nos lo impiden. Inconscientemente apretamos nuestra mano derecha sobre la palanca de freno y tiramos con fuerza.
Luchar contra nuestro subconsciente, doblegar nuestros instintos y enseñar a nuestro cerebro que el camino se recorre dando gas. Que ante la duda hay que mirar a dónde queremos ir y no a donde estamos yendo y que sobre todo, lo que hay que apretar con fuerza es el gas.
Solo así, cuando consigamos interiorizar estas 4 palabras lograremos no solo ser mejores pilotos, sino mejores personas. Aprenderemos a superar mejor los imprevistos de la carretera y de la vida. Porque, ¿qué es la vida sino nuestra propia carretera?
Ante la duda, siempre gas!!
Fotografía: Sara Román! haz clic aquí y síguela en su facebook