Mantenimiento de tu moto en verano en 7 sencillos pasos

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ÍNDICE/ GUÍA DE CONTENIDOS

El mantenimiento regular de tu moto es crucial en cualquier época del año, pero cobra especial importancia durante el verano, cuando las altas temperaturas y los viajes largos ponen a prueba el rendimiento y la durabilidad de los componentes. Solo hay que salir un día caluroso a cualquier autovía para ver más de un coche parado en el arcén por un pinchazo, sobrecalentamiento o un gripazo del motor. Pero esto es algo que solo se da en las cuatro ruedas porque los moteros queremos mucho a nuestra moto, ¿verdad?

1. Inspección visual

Parece lógico, pero a veces se nos olvida. Durante el verano, las altas temperaturas pueden afectar diversos componentes de tu moto. Realiza una inspección visual minuciosa para asegurarte de que todo esté en buen estado antes de emprender un viaje largo. Latiguillos, piezas, soportes, pantalla, manetas y hasta la goma de la palanca de cambios. Cualquier pequeña junta puede dilatarse y estropearse con el calor. Es esencial echarle un vistazo a todo antes de emprender un largo viaje o una ruta por la montaña. Que luego vienen los sustos.

2. Neumáticos y su mantenimiento

Sin duda el apartado más importante para un mantenimiento correcto en verano. Las temperaturas altas pueden causar tantas cosas en los neumáticos que has de cuidarlos con mimo.

Por un lado, con las altas temperaturas lo más normal es que los neumáticos se desgasten más rápidamente, por lo que echarle un vistazo a los testigos en estas fechas es fundamental para no quedarnos en el alambre.

Examina los neumáticos antes de una gran salida en busca de desgaste irregular, cortes o grietas. El exceso de presión podría agravar un problema interno que en invierno no ha dado señales.

Verifica la presión, antes y durante el viaje. Si tienes BMW y el extra del sensor te da un poco lo mismo, pero si no, es recomendable llevar un manómetro eléctrico portátil de los que se venden hoy día, o un hinchador como los de XIAOMI. Ello te permitirá ver o regular la presión para evitar que la rueda esté pasada de rosca con las altas temperaturas.

Baja entre 0.1 y 0.3 en frío la presión de tus neumáticos (según la referencia del fabricante) si va a hacer un día de mucho calor. De esta forma, se previene la sobrepresión, lo que podría hacer que la moto derrape al perder tracción debido a la reducción de la superficie de contacto y que la frenada se vea comprometida.

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3. Sistema de frenos

Discos y pastillas: Las altas temperaturas pueden causar que los frenos se desgasten más rápido. Inspecciona discos y pastillas de freno en busca de desgaste excesivo.

Líquido de frenos: Revisa todo el sistema en busca de fugas, ya que el calor puede hacer que el líquido se expanda y escape por las juntas.

4. Suspensiones 

El calor puede afectar el rendimiento de los amortiguadores y las horquillas. Busca fugas de aceite y ajusta la presión según las recomendaciones del fabricante para mantener la estabilidad y comodidad en viajes largos.

Revisa si los tubos de la horquilla están aceitosos. Este es uno de los fallos más comunes en la ITV. Si la suspensión delantera muestra signos de fuga de aceite, es necesario reparar o reemplazar las juntas lo antes posible. 

Se recomienda además reemplazar el aceite de las horquillas cada 2 años y sustituir el amortiguador trasero cada 70.000km. 

La revisión de las suspensiones es especialmente importante si viajamos con gran carga o acompañante en el asiento. Y si tienes suspensión electrónica, con decirle a la moto qué tipo de carga llevarás y hacer los mantenimientos periódicos, debería ser suficiente. 

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5. Fluidos

Niveles de aceite: Las altas temperaturas pueden hacer que el aceite del motor se degrade más rápido y se expanda. Verifica el nivel de aceite y cámbialo si es necesario. Aunque este es uno de los principales puntos de los mantenimientos anuales de la moto, por lo que si lo llevas al día no deberías tener que preocuparte. En el caso de que sea necesario cambiarlo, que sea antes de verano.

Refrigerante: Asegúrate de que el sistema de refrigeración esté en perfectas condiciones y con el nivel de refrigerante adecuado. El motor trabaja más duro en el calor, los ventiladores se activan y de hecho consume más, por lo que un buen sistema de refrigeración es esencial para evitar sobrecalentamientos y sustos.

6. Lubricación de la cadena

Lubricación: El polvo y la suciedad del verano pueden acumularse rápidamente en la cadena. Además, son estas las fechas donde más usaremos nuestra moto especialmente si vivimos en regiones frías y en invierno la moto descansa más de la cuenta. Limpia la cadena con un cepillo específico y aplica lubricante regularmente para evitar el desgaste prematuro del kit de arrastre. Se recomienda hacer este proceso cada 500km si queremos asegurar una larga vida a nuestra cadena.

Tensión de la cadena: Verifica y ajusta la tensión de la cadena según las especificaciones del fabricante. Una cadena bien ajustada y lubricada mejora la eficiencia en viajes largos y nos evita tirones innecesarios con el cambio. Es vital darle un apriete óptimo antes de un viaje largo. Si dispones de caballete central o uno externo es una operación que se puede hacer en casa si conoces bien tu moto. Si no, una visita rápida al taller no está de más.

7. Lava tu moto, ¡guarro!

Lava regularmente tu moto para eliminar suciedad, polvo y residuos que puedan acumularse, especialmente durante los viajes de verano donde más insectos y porquería hay por la carretera. Échale un ojo al radiador y quita los restos de bichos que pueda haber con cuidado de no cargarte ninguna celda. 

Echa un vistazo a nuestro vídeo sobre cómo limpiar tu moto en Youtube

Existen productos para eliminar esta suciedad pero si al volver de un viaje pasamos un trapito preventivo antes de hacer el lavado intenso, nos ahorraremos muchos problemas. Después de lavar la moto, ¡que no se te olvide secarla! Que no queremos óxido ni corrosión.

El mantenimiento regular de tu moto durante todo el año, pero especialmente en verano no solo garantiza un rendimiento óptimo, sino que también es esencial para tu seguridad y la vida útil de tu amada de dos ruedas. Aborda cualquier anomalía detectada durante la inspección o consulta a un mecánico profesional para evaluación y reparación. ¡Cuida bien de tu moto y disfruta del verano!