Para algunos limpiar la moto después de una salida es un ritual. No pasamos por un túnel de 3 minutos para que nos suelte unos chorros de agua y nos de golpecitos con unas gamuzas de dudosa suavidad y limpieza sino que nos pasamos un buen rato enjabonando con esmero y limpiando con cuidado de no dejar suciedad y no rallar el carenado de nuestra máquina.
Un momento de desconexión en el que pierdes toda noción del tiempo y solo eres capaz de concentrarte en limpiar tu moto. Dejarla como nueva otra vez y a la espera de volver a salir a curvear.
Pero no todo el mundo limpia su moto de la misma manera. Algunos tienen más arte y dejan la moto realmente impecable, y otros menos, con lo que siempre dejan algún rastro de mosquitos o de grasa vieja.
Tras una salida de más de 500km Azulita no se merecía menos que una buena sesión de limpieza como dios manda, así que eso hice el pasado domingo.
Primero la enjaboné con esmero para desenganchar todos los mosquitos (que en paz descansen) que tenía pegoteados…
Luego me cercioré de eliminar toda la grasa sobrante…
Tras aclararla con agua tibia y abrillantador la sequé con mucho mimo y trapitos suaves para no rallar el carenado. Una vez seca la acaricié con otro trapito limpio y suave lleno de spray limpiador para dejarla brillante como el primer día… (mi recomendación es utilizar spray tipo centella o pronto que llevan una película de cera que la deja aún más brillante).
Y por último siempre me aseguro que ella haya quedado impecable y yo… hecha una cochina!!
Una vez en el parking y sin ningún resto de agua ya solo me queda volver a poner grasa nueva en la cadena y dejar a Azulita durmiendo hasta el próximo día.
No es necesario que os llenéis de grasa como yo!, con limpiar la moto es suficiente. Sin embargo, no se que pasa que yo nunca consigo acabar bien tras un lavado!! Creo que esa parte aún la debo perfeccionar.
Limpiar la moto y eliminar restos de grasa de la cadena garantizan el correcto funcionamiento de la misma.
Berta.
