Una de las cosas más bonitas que hay en este mundo es ver la cara de emoción de alguien cuando le das una sorpresa que no espera. Algo que sabes que le hace mucha ilusión. Y una concentración sorpresa puede ser algo muy emocionante para quien ama las motos.
Rebeca, una mujer motera novel que justo empezaba sus primeras aventuras en moto cuenta en primera persona cómo vivió la sorpresa que hicimos a Trini.
Las semanas van pasando y se acerca la concentración sorpresa de Mujeres Moteras…
Hablando con Mujeres Moteras me comenta que tienen un proyecto entre manos. Quieren hacer que una chica que no pasa por un buen momento pueda sonreír aunque sea un rato, en estos días tan duros que esta viviendo.
Quiere intentar reunir al mayor número de moteros posibles en casa de la chica, que se llama Trini y hacer tanto ruido que tenga que salir a la puerta y ver que esta pasando. Hacer que se ponga un casco una chaqueta y marcharnos todos juntos a desayunar a Olivella…
¡¡Que locura más bonita!!
Bufff … ¿Qué hago? ¿Me apunto? ¿No me apunto? Continuo estando verde y por lo que Berta me va comentando vamos a ser muchísimos Moteros… no se qué hacer… no quiero ser un estorbo para nadie…
A unos días del encuentro Berta ha creado un chat de whatssap… uy… madre mía… cuantísimos teléfonos que no tengo. Poco a poco nos vamos presentando:
– Hola, el teléfono que termina en… 450 es mío, soy Fernando,
– Hola, el teléfono que termina en… 895 soy Camilo,
– … el que termina en… 921 soy yo… Jess.
No recuerdo cuantos números nuevos he guardado en la agenda… madre mía que descontrol… Berta nos va dando indicaciones de la concentración.
Lugar: La churrería de Marina (como siempre),
Hora : 09.30h.
Van pasando los días y el fin de semana se va acercando, en el chat se van notando cada vez más los nervios. No nos conocemos de nada pero hablamos y hablamos… estamos deseando que llegue lo que hemos bautizado como “2525252525”y por fin conocernos.
Mis dudas sobre si ir o no se van disipando a medida que hablo con ellos, no me puedo creer que gente totalmente extraña me este ofreciendo su ayuda para ir en la carretera, para hacer las curvas. No nos hemos visto y me están haciendo sentir tan bien que no puedo desperdiciar una oportunidad como esta. Decidido Ranita! Nos apuntamos a la sorpresa de Trini.
Lunes, martes, miércoles… y por fin SÁBADO.
Ha llegado el día de la concentración sorpresa de Mujeres Moteras.
Vamos a sorprender a esa chica, desconocida para nosotros, que está pasando por un mal momento. Lo pienso y no puedo evitar que se me ponga la piel de gallina, esto es lo que quiero, esto es lo que durante tanto tiempo he intentado explicarle a la gente de mi entorno. El ser mujer motera no es únicamente tener una moto y salir a hacer curvas. Ser motera (y motero) es un sentimiento que te mueve incluso a reunirte por alguien al que no conoces pero que te vale el simple hecho de saber que al escuchar el sonido de tu moto va a ser un poquito más feliz.
Ha llegado la hora… voy a por tiiiiii…
Misma operación… casco… chaqueta… guantes…
Vámonos… próxima parada… la churreriaaaaaaa….
Ya estamos llegando, enfilamos meridiana, pasamos por el Palau de la Música, ya veo motos.. madre mía… ya hay un montón de motos esperando… ¿faltara mucha gente por llegar? ¡¡Ay!! una cara conocida es Camilo, el chico con el que fuimos la primera vez a Sitges, nuestras primeras Costas del Garraf. También está Berta Mujeres Moteras… que nervios… me falta mucha gente del chat… Fernando, Jess, Manel, Victor, Sergio, Adriá el chico de Jess…
Aparcamos las motos para juntarnos todos los que hacíamos la concentración sorpresa de Mujeres Moteras.
Mientras hablo con Berta y Camilo se escuchan de fondo un grupo de motos… ¿serán los que me faltan por conocer? Siiiii!! son ellos…
Nos saludamos como si nos conociéramos de toda la vida… se me hace muy raro… ¿es lo normal? ¿O es que he encontrado “mi grupo” de moter@s?
Termina de llegar la gente a la churrería, tenemos que ponernos en marcha que hay que hacer una parada mas antes de llegar a casa de la protagonista, Trini.
Salimos de la churrería mínimo unas 15 motos… que pasada el ruido es impresionante, me siento bien estando entre toda esta gente… La gente por la calle nos mira… jajajajajajajaja.
Venga, vamos a por el resto del grupo a la gasolinera del Anec Blau.
Cogemos la ronda litoral…. De momento todo bien, ya noto el sudor en mis manos, empiezo a ponerme nerviosa… Mi mente empieza a pensar en las curvas, en no molestar a nadie, en no ser un lastre para ninguno de mis compañeros… Llegamos al lugar… bueno, no ha estado mal, veremos que tal se nos dan las curvas de hoy…
¡¡¡Madre mía!!! ¿¿¿Toda esa gente viene con nosotros???? ¡¡¡Pero si somos unas 45 motos, que locura!!! A cuál de ellas mas bonita… Suzuki, Ducati, Kawasaki… jajajajajajaja que chulas, ¡¡NO TENGO CRITERIO!! ¡¡ME GUSTAN TODAS!!
¿¿¿Aaaaaaaah y esa Rubia con ese pedazo de cocheeeee???? Es Montse, “la motora” con su “MIMI” (un mercedes SLK descapotable… casi nada… jajaja) que también se nos une…
Ya estamos todos… nos ponemos en marcha. Próxima parada… ¡¡CASA DE TRINI!! ¡¡Pero eso os lo contaré en la próxima crónica verde!! 😉
Rebeca M.
Descubre la segunda parte de nuestra concentración sorpresa en este link.
Si quieres contar tu historia, cómo empezaste o de donde viene tu pasión. Tu primera salida o tu primera aventura puedes enviarnos tus escritos al correo administracion (arroba) mujeresmoteras.com.
También puedes ponerte en contacto con nosotras a través de este link.
