No me gusta la lluvia cuando voy en moto

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Ha sido un fin de semana estupendo, lleno de emociones nuevas. Continuo con el hormigueo en el cuerpo, cada vez que pienso en el sábado me vienen a la mente imágenes de la que ha sido nuestra primera salida y no puedo evitar sentirme bien.

Ya es lunes otra vez. Poniéndome la chaqueta ya sé que la ciudad se nos va a quedar pequeña. Miro por la ventana, no hacen buen día, parece que va a llover… Por un momento pienso en ir en transporte público pero un segundo después me vienes tú a la mente… no puedo dejarte en el parking, sola, triste… tengo “mono” de ti. Engañándome a mí misma me digo que no va a llover y que el día va a respetarme y esperara a que llegue a casa para ponerse a llover.

Me paso la mañana mirando por la ventana al cielo y pensando “si tiene que llover que lo haga ahora y no espere a las 18:00” pero no… parece que no llueve… El cielo cada vez se pone más y más negro.

Dan las 18.00h de la tarde, solo tengo que llegar a casa, no se va a poner a llover a hora… Me pongo todo, casco, guantes, chaqueta… salimos al semáforo y…. CHOF!!!! … no me lo puedo creer, empieza a llover… a esto se le llama la ley de Murphy.

Bueno, serán unas gotitas, no voy a parar a ponerme el chubasquero tiro para casa con cuidado…

Ni un segundo después de decidir que no paraba a ponerme el chubasquero empieza a caer una cortina de agua que no me deja ni ver el coche que va delante.

Ay ay ay… el casco cerrado no me deja ver, las gotas parece que se pelean por estar en la visera… Lo abro… PEOR ¡¡¡¡madre miaaaaaa!!!! las pequeñas e inofensivas gotas de agua parecen agujas chocando en mi cara, que sensación mas mala, ¿cómo puede ser? No voy tan rápido… Voy a tener que parar… pero ¿dónde?

Con mi mente un poco bloqueada llego a mi “querida” rotonda de glorias, tengo mojados hasta los calcetines, pero en lugar de tirar para casa, como soy de ideas fijas me paro a ponerme el chubasquero, ¿para qué? Pues no lo sé… Dos simpáticos policías me miran a lo lejos dentro de su coche… por suerte no se les ocurre venir a pedirme los papeles…

Saco el chubasquero y me lo pongo, al menos no he tenido ningún problema a la hora de abrocharlo…. Me cuelgo la mochila me pongo de nuevo los guantes y salgo a la carretera.
No me lo puedo creer… un minuto… he tardado un minuto en ponerme el chubasquero y ha parado de llover… mi cara en ese momento era como un interrogante… bueno… solo quiero llegar a casa y secarme…

Después de 10 minutos y una pitada de un amable conductor que supongo que le pareció que iba demasiado lenta llegamos al parking, abro la puerta y nos dejo caer en punto muerto, ya en la zona plana meto primera y al encarar la curva, casi parada, la rueda delantera resbala… no puede ser… ¿nos vamos al suelo? No no no… mi pie derecho se apoya con fuerzas en el suelo y mis brazos se ponen tensos agarrándote el manillar… aaaaah!!! no llegas a tocar el suelo por muy poco… buuuf!!! nunca me he alegrado tanto de ser un chica “tan grande”.

Muy inteligente poner un suelo “TAN BONITO Y TAAAAN LISITO” en un parking, es para felicitar a la constructora.

Al final no ha pasado nada. Te paso un trapo para secarte y con las piernas aun temblorosas me marcho para casa.

Nota para mí: Hay que ponerle los topes a la ranita.

Llego a casa, los tejanos que por la mañana eran azul claro ahora mismo son casi negros, los guantes gotean… tengo que poner una toalla en el suelo para no mojar el parquet. Me quito el chubasquero y… tachaaaan!!! que estupendísima que soy…he venido todo el camino paseando la etiqueta… aiiiix!!! no tengo remedio… mañana será otro día… espero que mejor…

Rebeca.N.M

Mujeres Moteras