Copiloto forzoso

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Pongámonos en situación. Imaginad que sois personas a quienes les encantan las motos (cosa fácil, ya sabemos que son vuestra vida). Imaginad que sois todos mujeres. Imaginad que tenéis formación suficiente, sois responsables y vuestro sueño es tener una moto. Ahora imaginad que hay una Ley estatal que desde 1990 os prohíbe conducir cualquier vehículo, también las motos por supuesto, una Ley que ni siquiera os dejaba montar en bicicleta hasta abril de este año. ¿Surrealista? Pues esta es la realidad cotidiana que viven miles de mujeres en Arabia Saudí, el último país del mundo -del que se tenga noticia, según Amnistía Internacional- en el que la mujer todavía no tiene permiso para sacarse el carné de conducir (mucho menos para conducir en sí). En otros, una mujer puede conducir pero siempre bajo la supervisión de un hombre.

En el mes de abril, las autoridades saudíes aprobaron una Ley revolucionaria (en su país, claro): las mujeres podrán ir en bicicleta o en moto, pero solo si las “acompaña o supervisa” un varón de su familia y si van vestidas “de forma decente”, según publicaba el diario saudí ‘Al Ayum’. En la práctica, esa supervisión y/o acompañamiento se traduce en el caso de las motos especialmente en la obligatoriedad de ser copilotos, máxime teniendo en cuenta que si una mujer no se puede sacar el carné de conducir, mucho menos va a poder conducir vehículo alguno por muy supervisada y acompañada que esté.

La cuestión de conducir o no o de ser un copiloto forzoso puede parecer trivial y de hecho el sector conservador de Arabia Saudí así lo considera: es decir, muchas personas piensan que existen luchas más importantes para los derechos de la mujer en Arabia Saudí que conducir, no conducir o viajar acompañada en una moto. Para las 3.000 personas (hombres y mujeres, dato importante) que presentaron sendas firmas ante la Shura saudí pidiendo que la mujer pueda conducir sí es una cuestión de calado. Bajo mi punto de vista, también. ¿Cuántas veces hemos afirmado en este foro la libertad que supone conducir y, más concretamente, conducir una moto? Quitarte la capacidad de viajar sola en tu propio vehículo supone también cortarte las alas: nunca vas a poder ir donde quieras si no lo aprueba tu supervisor.

Centrando de nuevo el debate en los copilotos (que para eso estamos en las Ráfagas Traseras), quienes ven el paso de las autoridades saudíes como un avance (que lo es, en realidad, aunque de momento sea débil y pequeño) manifiestan que, al menos, ahora las mujeres pueden disfrutar de la sensación de ir en moto. Y la palabra “disfrutar” no está elegida al azar. Según las publicaciones de los principales diarios saudíes el objetivo de permitir que la mujer viaje en moto acompañada es que se diviertan: “El uso de estos medios de transporte por parte de mujeres solo ha de tener finalidades recreativas” aclaraban.

Yo considero que la medida se queda muy corta en primer lugar por el mero carácter lúdico que tiene (y que se puede interpretar como un maquillaje al hecho de que las mujeres aún no tengan derecho a conducir ni a viajar como copilotos con otras mujeres, sólo con hombres) y en segundo lugar porque sigue relegando a la mujer a un papel secundario. Muchas veces hemos debatido sobre qué tiene de bueno ser copiloto y quienes hemos conducido una moto sabemos que, aunque por circunstancias haya que ir en el asiento trasero, donde nos gusta ir es a los mandos. Quien va a los mandos tiene el control, lo veíamos el mes pasado.

¿Qué os parecería tener que viajar como copilotos por Ley y sólo poder hacerlo con una finalidad lúdica? ¿Qué opináis de que a estas alturas todavía haya prohibiciones de este tipo?

Nos leemos en dos semanas.

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