Curvear o guerrear

Berta Doria…

Merecedora de sus virtudes y enemiga de todos sus defectos, luchadora por convicción y brillante por defecto. Así es Berta, mi “Mujer Motera”…

Es para mi, una figura mágica, como ese “Caballo alado” que tanto soñaba tener cuando yo era solo un niño, como un deslumbrante “Unicornio” cargado de fuerza y suerte, como un “Rayo” energizante capaz de fulminar con una centella o iluminante en cualquier oscuridad…

Como digo, es una suerte el hecho de tenerla y sentirla cerca en muchos de los aspectos de mi vida, pero uno de esos momentos que mas “sentir” me proporciona, es el momento en que se viste con su armadura de cuero, se calza y coloca sus botas y guantes de piloto y se ajusta el casco para salir a “Guerrear”.

Y señalo “Guerrear” por que es así…   Una vez montada a lomos de su caballo azul su porte se torna serio y atento pero a la vez feliz. Feliz de salir a luchar contra esos ejércitos de curvas difíciles y amenazantes trampas que esconden nuestras amadas carreteras sinuosas…

Me recuerda sin dudar ni un solo segundo a esas fantásticas “Mujeres Guerreras” que en tierras Nórdicas defendían y luchaban por el puro placer de combatir valerosamente codo con codo con sus hombres Vikingos…   …Ellas eran las conocidas “Valkirias”….

Berta con su sonrisa feliz, sus femeninos ojos y su precisa atención vence a sus curvas hachazo tras hachazo trazando perfectas líneas de seguridad y estilo.

No ha terminado de rematar una, que ya esta pensando en como y por donde estocara a la siguiente….

…Siempre consciente del peligro que corre recordando heridas de batallas anteriores.

Da la sensación que solo vive para eso… …y no siendo así, lo parece, porque centra toda su atención en ello.

Se coloca con estabilidad en su asiento y acelera… Busca el lugar para entrar y lo detecta… Marca su frenada con posición firme y tercia a la vez que descuelga su cuerpo, contrapesando perfectamente para lograr el perfecto triunfo a la derrotada curva vencida… Lo mejor de todo esto, es que lo hace con su azul mirada puesta en el siguiente giro…

Cuando todo termina… Y las curvas cesan sus oleadas… …Aparca su Azulita en la terraza a descansar y ella celebra con risas y golpes de compañerismo todas esas vivencias y sensaciones que la batalla le ha proporcionado… …Y se siente orgullosa de todos los guerreros que la han acompañado en sus maniobras.

Por todos estos motivos, sensaciones y recuerdos, Berta es solo para mi y para quien sea capaz de sentirlo… …Una fantástica “Mujer Guerrera”, a la que no se me ocurre otro apodo para nombrarla que el de “Berta-Valkiria-Doria”.

(Eduard De la Guerra)

(Semper Fidelis)