Tamara Castro / Corresponsal en Oviedo (Asturias)
El 17 de febrero, coincidiendo con el cumpleaños de Mujeres Moteras, en mi Motoclub decidimos hacer una salida por la costa. Amenazaba lluvia, pero teníamos tanto mono de moto que no nos importó.
La idea era salir de Teverga, dirección Grado, continuar por La Cabruñana, subir La Espina, seguir hasta Canero y allí coger la carretera de la costa hasta el Cabo Peñas. De vuelta pasaríamos por Gijón, Oviedo y, por último, Teverga de nuevo.
Eran cerca de 300 kilómetros y la ruta en sí era fácil pero muy bonita, con dos puertos de montaña y la carretera discurriendo paralela a la costa asturiana. Quienes conozcáis la carretera sabréis de lo que hablo: buenas curvas, buen asfalto y, desde que abrieron la nueva autovía, apenas tráfico. Está muy sucia, eso sí, pero en esta época del año es normal.
Hicimos la parada a comer en el Alto del Praviano y cuando íbamos a continuar con la ruta empezó a llover, así que decidimos abortar misión y dar la vuelta. En principio pensamos volver por donde habíamos venido, pero al final en Soto del Barco continuamos hacía Pravia y desde allí volvimos hacia La Cabruñana, cruzamos nuevamente Grado y… ¡para casa!
Algunos tenían que ir hasta Gijón, otros hasta Oviedo y, los más afortunados, hasta Teverga. Digo los más afortunados porque fuimos los únicos que no nos mojamos, apenas llovía así que llegamos prácticamente secos a casa, pero el resto… se mojaron bastante.
Sin embargo, todos los quedamos con ganas de más porque la ruta se merecía un buen día en el que poder disfrutar, pero ya se sabe ¡lo dura que es la vida del motero!
¡Hasta la próxima!
