Los moteros: las fases por las que pasamos. La primera; la luna de miel.

los moteros fases luna de miel, paulino arroyo, motos.net, mujeres moteras, luna de miel motera, accidente en moto, curso de moto, formación, curso conducción,

Compartir

Categoría

Instagram

ÍNDICE/ GUÍA DE CONTENIDOS

Siempre he sido partidaria de la idea que los moteros nacemos y no nos hacemos, sobre todo teniendo en cuenta que en las autoescuelas nos enseñan más bien poco. Y que, si no fuese porque nos encanta ir en moto, nos pasaría como a muchos (y muchas) conductores de coches. Que conducen francamente mal. Porque ni saben ni se preocupan en mejorar.

Los moteros, que nos movemos por la pasión por las motos, pasamos, generalmente, por estas fases:

 

Luna de miel motera;

Hace unos días participé en un evento promocional de las carreteras de Lleida gracias a la Diputación de Lleida y a la Bassella Trail Camp. Allí coincidí con Paulino Arroyo, periodista de motos.net que puso este nombre a la obsesión que sentimos todos los moteros cuando tenemos nuestra primera moto.

Esa fase maravillosa en la que vamos con ella a todas partes. Que solo pensamos en hacer kilómetros y kilómetros, y no nos importa lo lejos (o cerca) que esté el sitio, porque iremos con nuestra moto.

Una fase en la que somos conscientes que somos novatos, pero en la que cada día nos sentimos más seguro, más confiado, más mejores y más todo.

los moteros fases luna de miel, paulino arroyo, motos.net, mujeres moteras, luna de miel motera, accidente en moto, curso de moto, formación, curso conducción,

 

Ya controlo;

La fase ya controlo es aquella en la que sin darnos cuenta bajamos la guardia. Como hemos hecho muchísimos kilómetros con nuestra moto, nos creemos que ya la controlamos. Solemos entrar en esa fase después de uno o dos años de conducir nuestra nueva moto.

Empezamos a ir rápido y a sentirnos que somos buenos tomando las curvas. Nos creemos que controlamos a la perfección las reacciones de nuestra moto.

Incluso en muchos casos en esta fase, nos cambiamos la moto por una más grande. Pensamos que la nuestra se ha quedado pequeña y que necesitamos algo más potente.

Esta es la fase más peligrosa por la que pasamos los moteros.

Este “ya controlo” es falso. No es verdad. No controlamos nada. Simplemente nos hemos confiado porque ya tenemos esa conexión con nuestra moto que nos hace moverla con cierta agilidad. Pero eso quiere decir que sepamos cómo reaccionar ante imprevistos o que sepamos salvar una curva cuando hemos entrado demasiado rápido.

Hay mucha diferencia en “llevarme bien con mi moto” y saber conducir correctamente.

 

 

Pues no controlo tanto;

La fase del “ya controlo” se acaba automáticamente el día que nos damos la primera torta. Da igual que sea culpa del otro (como me pasó a mí).

Otro vehículo nos hace cualquier tontería y no reaccionamos correctamente. Frenamos a saco con el freno delantero, no miramos la escapatoria, o nos bloqueamos. Eso son señales de que no tenemos la técnica suficiente como para disfrutar de una conducción segura.

Si la caída es por entrar colado en una curva el “pues no controlo tanto” es mucho más obvio.

El azar entra en juego. Y puede que sea una caída sin consecuencias o de gravedad. Si tenemos la suerte de seguir con vida debemos aprender la lección. No sabemos tanto y es importante que mejoremos nuestra técnica a la vez que reducimos nuestro nivel de soberbia.

 

 

Motero experimentado;

Cuando ya hemos aceptado que por muchos kilómetros que hagamos no debemos nunca bajar la guardia, estamos preparados para aprender más y mejorar nuestra técnica de conducción.

Cursos de conducción periódicos, conducción defensiva, en circuito o de tierra, nos ayudarán a entender cómo reaccionar ante cualquier imprevisto y a testar nuestros límites y los de nuestra moto. En este link te mostramos distintos cursos de conducción posibles.

Nunca debemos bajar la guardia. En cualquier curva, o en cualquier cruce puede haber un vehículo que no nos vea.

 

 

 

Los moteros no debemos confiarnos nunca.

¡Ojo! Ser del grupo de los moteros experimentados no quiere decir que seamos un master and comander. Quiere decir que, aunque llevemos muchísimos kilómetros a la espalda, alguna que otra caída y varios cursos técnicos, somos conscientes de lo muchísimo que nos queda por aprender. Y siempre vamos con un margen de error amplio que nos permita salvar cualquier imprevisto.