Por suerte la mayoría de los moteros no somos idiotas. Un amigo me ha pasado el enlace de este vídeo y eso es lo que he pensado al verlo.
Hace unos años podíamos ir en moto sin casco. Nadie se asustaba si salía vestido con la ropita de verano y las gafas de sol como único complemento en la cabeza. Sin embargo, a medida que subía el volumen de motos y por ende, los fallecidos en accidente, empezamos a usar el casco como mecanismo de protección.
Ahora, la mayoría nos ponemos el casco para todo y a todas horas por muy corto que sea el trayecto. Una tontería, un fallo, un error o un despiste y nos vamos al suelo. Y no se vosotros, pero yo tengo la mala pata de aterrizar siempre con la cabeza!
Este vídeo es un ejemplo de gilipollez extrema, con perdón y respeto al motero que lo ha hecho, pero esta es mi opinión sincera. Seguro que se siente orgulloso y contengo de su hazaña, pero comprobar el efecto del viento a 250km/h en la cara es absurdo e innecesario. El aire molesta, el sol por lo visto también (porque arruga los ojos), seguro que algún mosquito a esa velocidad parece una piedra y no digamos los moquillos! Seguro que acaban chorreteándole por las orejas.
Y para el que no pueda aguantar sin probarlo, puede subirse de copiloto en un coche, entrar en un circuito de velocidad, sacar la cabeza por la ventanilla y pedirle al conductor que de mucho gas hasta que crea que se van a hundir los ojos en las cuencas.
En definitiva, que esta es la lección que nadie tiene que aprender.
Por nuestra seguridad y por la tranquilidad y la felicidad de nuestra gente, siempre en moto protegidos. Chaquetas, pantalones, zapatos cerrados y casco bien atado. Porque una tontería de este calibre, se puede pagar muy muy cara.
