LUNA MOTERA: De tanto observar el planeta Tierra, despertó en mí un irresistible deseo por abandonar la tranquilidad de mi apartado rincón intergaláctico para sumergirme en ese atractivo, atolondrado y fascinante mundo.
__ ¡Es una locura aquel viaje! __reprendió Sol __Mientras más años, más ideas descabelladas se te ocurren. Podría saber ¿qué quieres encontrar allí?
__Quiero disfrutar por algunos días las maravillas que veo desde el cielo: Acariciar esas olas del mar como lo hacen estrellas fugaces; dejarme envolver por suaves fragancias florales; visitar la nieve y extrañarte; buscar tardes estivales para tenderme en el parque y sentir tu tibieza; levantar mis ojos y verte mientras escucho un magnífico concierto de pájaros.
__Luna, te insisto, estás cada día más loca. Podría saber ¿cómo te trasladarás de un lugar a otro?
__En moto, obvio.
__Moooooto… Es ridículo, la luna llena viajando en dos ruedas.
__Nada tiene de ridículo. Con una moto podré recorrer el mundo en forma confortable y entretenida. Los trenes están siempre apurados por llegar, no alcanzaría a disfrutar del paisaje ni deleitarme con el viento. Sucedería eso mismo con aviones o cualquier alado. Perdería tiempo atascada si viajara en auto, en cambio con una moto…podré deslizarme, cual serpiente enamorada para descubrir aquellos lugares que anhelo conocer y, estoy convencida, me llaman cada noche.
__Por lo menos, espera estar un poco más menguante para poder usar alguna chaqueta que te proteja de las bajas temperaturas.
__Confía, no pasaré frío ni me sentiré sola. Conocí por internet a mujeres tan apasionadas por las motos como yo. Con gran amabilidad, ellas se ofrecieron para viajar conmigo y ayudarme a encontrar una chaqueta, mochila, casco, guantes y tacones a mi medida.
__ ¿Tacones?, ¿para qué necesitas tacones?… De ninguna manera podrás viajar. ¿Qué harán sin ti esos chalados de amor cuando miren hacia el cielo y no te vean?
A coro rieron las Tres Marías, burlándose:
__ ¿No serás tú el chalado de amor que no sabrá qué hacer mientras su amada recorre tierras lejanas.
Un poco más sonrojado que de costumbre y poniendo una suave voz, Sol respondió:
__Está bien…debo reconocer que echaré de menos a Lunita…su perfume, aquellos cantos nocturnos, esa luz plateada que me envuelve y hechiza.
__ ¡Que romántico! __exclamó Saturno haciendo girar sus anillos. __Sin embargo, conociendo a la Luna, puedo asegurar que órdenes, lamentos y zalamerías, no lograrán hacerla cambiar de opinión.
__Has lo que quieras __exclamó Sol, con cara de iniciar sus absurdas tormentas solares.
Me despedí con un beso, prometiéndole buscar una moto para viajar juntos algún día. Prometí también que al volver, haríamos el eclipse más inolvidable de la historia.
