Mari, una madrileña muy motera:
Os cuento mi historia….
Con 10 años en el chalet de mi abuela le mangaba mi tío Kiko su vespino destartalada e intentaba arrancarla como antiguamente se hacía… a pedalazos!! Jajaja. Así que dedique buena parte de verano a eso! porque estaba dispuesta a conseguir arrancar aquella bestia jajaja. En aquellos años me parecía una moto de bandera…
Me atreví a limpiar la bujía, el filtro de aceite y al final, después de descarbonillar el tubo de escape, sucedió el milagro… la furia rugió, petardeo un sonido celestial y arrancó. Que nervios! fue como mi primer “orgasmo” y allá que me fui por todo el pueblo un día tras otro del verano. Sin permiso, sin seguro, sin casco y con miles de castigos. En esa edad eso no lo piensas…
En el instituto, con 17 años, tuve mi segundo vespino. Ya todo legal y con casco, me sentía lorencito en mi moto, soñaba con terminar lo que fuera para montarme en ella y así hasta mi primera racing Honda NSR 125R con 19 añitos pufff maravillosa maquina…estaba claro que mi pasión eran las motos, forman parte de mi vida.
Después de tres años di el salto Yamaha Génesis 600 ¡madre mía! que locura maquinón indomable y conocí a Bert en el taller donde la llevaba quien hoy es mi mejor amigo y quien mas me enseño con la moto. Dos jinetes solitarios que hemos ruteado lo que no esta escrito, contando monedas para echar un litro de gasolina para poder salir en moto.
He tenido una Kawa ER 6N por probar otro estilo pero a los 3 meses la vendí, HONDA CBR 600 HAANSPRE muy dócil y fiel….una GSXR 600 ideal para chica con un comportamiento exquisito, la R6 de Yamaha muy nerviosa algo agresiva te pide algo de físico en manejo y ahora en la actualidad he repetido la actual GSXR 600 blanca perlada… He sido un poco una jinete solitaria me ha costado hacer grupo y siempre masculino, trato de hacerme con un grupito femenino también pero no es fácil… así que animaros no os cortéis tenemos nuestro sitio. Amo las motos y compartir esta afición es lo mejor de mundo.
Besitos de Rubita madrileña
