La DGT incrementa la flota de helicópteros radares Pegasus. Su objetivo es el de aumentar la vigilancia de la velocidad de las carreteras españolas. En concreto, el pasado 6 de agosto se hizo pública la adquisición de dos nuevas unidades de Pegasus. En total ya son 8 los helicópteros que nos vigilaran en todo momento desde el cielo.
No hay dinero suficiente para tener carreteras decentes. Para añadir una doble protección a los guadarraíles y que no nos corten como jamones ante una caída. No hay dinero para nada Pero para radares pegasus sí.
Si en los dos años que llevan operando las 6 unidades de radares Pegasus han puesto más de 8.644 denuncias, ¿cuántas podrán poner ahora que hay dos más y que el volumen de desplazamientos ha subido?
Los radares Pegasus constan de dos cámaras. Una panorámica que facilita el seguimiento y captación de la velocidad. Y otra que permite leer la matrícula del vehículo o lo que suceda en su interior.
Sin embargo, que la DGT incremente su flota de helicópteros no sería ningún tema de debate (o sí…) sino fuese porque lo único que se incrementa es el de los helicópteros con radar. Los que no incrementamos son helicópteros medicalizados. Los que acuden a los accidentes y que son vitalales, son subcontratados por las Comunidades Autónomas a empresas privadas desde 1997.
Destinamos dinero a radares pegasus y no a helicópteros medicalizados:
Actualmente, según fuentes, constan unos 35 helicópteros medicalizados privados. Solo 35 en todo el territorio y solo dos unidades (los de Castilla-La Mancha) son de vuelo nocturno. Como todas las empresas privadas éstas también sufrieron las consecuencias de la crisis. Tanto que algunas incluso redujeron costes eliminando a los copilotos.
En definitiva, se destina dinero a radares pero no se destina dinero a lo que nos ayuda y a elementos que pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Una vez más pese a todos los eslóganes y anuncios de la DGT sobre las consecuencias de los accidentes y sobre su preocupación por mantenernos vivos queda patente su único objetivo, el de recaudar dinero.
