Pere Navarro, director de la Dirección General de Tráfico (DGT), ha abordado recientemente el preocupante incremento de la mortalidad en las carreteras españolas, destacando un aumento del 5% en el número de fallecidos en comparación con el año pasado. “Vamos a hacer más controles de alcoholemia y de drogas. Este año vamos a poner 25 radares más”, ha dicho Navarro en el marco del V Simposio del Observatorio de la Movilidad y las Ciudades.
Incremento de mortalidad en las carreteras
España no es el único país enfrentando este desafío; otras naciones europeas, reconocidas por su seguridad vial como Suecia y Dinamarca, también han experimentado un aumento en la siniestralidad. “Conducimos como vivimos, y la tensión generada por factores como la guerra en Ucrania, el conflicto en Gaza, la inflación y el alto precio de los alimentos influye en nuestra manera de conducir”, explicó el director de la DGT. Aunque luego dijo algo diferente: “Los responsables de Tráfico de los diferentes países nos reunimos en Dublín para analizar qué estaba ocurriendo en toda Europa. Y entre todos llegamos a la conclusión de que no había una causa concreta que lo pudiera explicar”
El 42% de los accidentes son por salidas de vía
Uno de los datos más alarmantes presentados por Navarro es que el 42% de los accidentes mortales en carretera son salidas de vía. Sorprendentemente, en estos incidentes no se encontraron evidencias de alcohol, drogas ni uso de teléfonos móviles tras las autopsias realizadas. Navarro señaló que una velocidad inadecuada suele ser la causa en estos casos, destacando que la falta de atención y la somnolencia son factores subestimados. Este tipo de accidentes, donde los vehículos se salen de la calzada, sugiere que los conductores pueden estar conduciendo por encima de sus límites de capacidad o no están prestando la atención debida a la carretera.
Sin embargo, la velocidad en las autopistas a menudo señalada como el principal factor de los accidentes, no parece ser una explicación concluyente para el incremento de accidentes y la tasa de mortalidad que hay actualmente en España. En 2022, Alemania, con tramos de Autobahn sin limitación de velocidad, registró una tasa de mortalidad de 0,3 muertes por cada 100.000 habitantes en esas vías.
En contraste, España, con un límite de velocidad de 120 km/h, tuvo una tasa de 0,68 muertes por cada 100.000 habitantes. Quizás el verdadero problema radica en el estado de las carreteras, la antigüedad del parque móvil (porque la gente no se puede permitir cambiar de vehículo), el uso del móvil, el consumo de alcohol y drogas o la responsabilidad de más de uno. Pero la velocidad no es siempre la culpable.
¿Es realmente la velocidad el factor o el que provoca el accidente? Sería más acertado decir que el exceso de velocidad aumenta las probabilidades de muerte o graves lesiones por el accidente, pero no que esta es la causa del accidente. Con este argumento, si fuéramos por el mundo circulando a 25 km/h como los patinetes, la tasa de mortalidad se acercaría a 0, y aún así seguiría habiendo accidentes. Con este hilo argumental, quizás llegaríamos a conclusiones nada agradables para la DGT o los gobernantes de turno.
Somnolencia al volante
Un aspecto particularmente preocupante es que el 8% de los accidentes mortales fueron causados por conductores que se quedaron dormidos al volante. “En este país se vive bien, se come bien, pero parece que se duerme mal”, comentó Navarro, enfatizando la necesidad de abordar el problema del descanso insuficiente entre los conductores. La falta de sueño es un problema de salud pública que afecta directamente a la seguridad vial, pues los conductores cansados sufren síntomas similares a los de alguien bajo el efecto de sustancias depresoras, con tiempos de reacción más lentos y un mayor riesgo de perder el control del vehículo.
Distracciones y el uso del móvil
Las distracciones continúan siendo la principal causa de accidentes mortales, representando el 32% de los casos. El director de la DGT destacó que el uso del teléfono móvil sigue siendo una amenaza significativa para la seguridad vial, aunque también señaló que la creciente dependencia social de estos dispositivos está creando problemas adicionales.
“El 32% de los accidentes provienen por las distracciones. Y aquí el teléfono móvil es una causa de distracción. El teléfono móvil no está empezando a derivar en un problema social en la dependencia. Para hacerse una idea hay países como Polonia donde han llegado a prohibir usar el teléfono móvil mientras se utiliza un paso de peatones”
En España, cada año se registran aproximadamente 7.890 accidentes de tráfico con víctimas causados por el uso del teléfono móvil, lo que resulta en alrededor de 390 fallecimientos. Esto representa el 20% del total de muertes en accidentes de tráfico. Según un estudio de la Fundación Línea Directa en 2019.
¿Y qué pasa con las motos?
Pere Navarro también abordó la situación del colectivo de las motos. “En España hay 5,5 millones de motos. La moto es inherente a nuestro país por nuestro carácter latino y por el clima. En otros países como Suecia o Dinamarca, por ejemplo, que son nuestros referentes en materia de seguridad no tienen motos, así que no podemos estudiar sus ideas”, señaló.
Países como Francia, Italia y España enfrentan desafíos similares con las motos por la cultura y el clima según Navarro. Pero advierte de que en nuestro país tenemos un grave problema de seguridad en las dos ruedas. “El año pasado tuvimos 300 muertos en carretera y esto es un disparate”, afirmó.
“El perfil típico de los accidentes muestra a personas entre 40 y 50 años que deciden comprarse una moto de alta cilindrada tras tener hijos y salen a la carretera los fines de semana, pensando que se lo merecen”. “Por ello, hemos implementado señalización específica, estamos trabajando con asociaciones de motoristas, y este verano introduciremos motos camufladas de la Guardia Civil para prevenir la conducción temeraria”, explicó Navarro,
Con estas declaraciones, el director de la DGT da a entender que la solución no pasa por abordar el problema de las carreteras de las zonas rurales y de montaña que en muchos casos son causantes de accidentes fatales, sino que la todo pasa por aplicar aún más presión sobre el colectivo con multas y controles. “Espero que el airbag para motoristas se convierta en un avance significativo en términos de seguridad”, concluyó.
Más multas, más controles. El plan de la DGT
En cuanto a las multas de tráfico, Navarro indicó que las sanciones no han cambiado en 20 años. Sin embargo, con el aumento de los accidentes y fallecidos, consideró necesario reforzar la vigilancia para hacer cumplir las normas de tráfico. “Vamos a hacer más controles de alcoholemia y de drogas. Este año vamos a poner 25 radares más”, avisó.
Navarro sugirió que si los accidentes siguen aumentando, será necesario incrementar las multas. Esta postura ha sido criticada por algunos sectores que consideran que la DGT se centra demasiado en la recaudación a través de multas en lugar de enfocar sus esfuerzos en la educación y la prevención mediante la mejora de las infraestructuras. Todo ello teniendo en cuenta la presión fiscal a la que se somete al contribuyente que paga por matricular, por circular, por su vehículo anualmente por el IVTM, por el porcentaje de impuestos a los hidrocarburos y con diversos tributos indirectos para el mantenimiento de las carreteras.
La presión sobre los conductores se ha incrementado, y muchos sienten que las políticas de Navarro tienen un enfoque recaudatorio más que de protección vial, teniendo en cuenta que el número de accidentes sigue aumentando.
Alcohol 0,0
Otra de las medidas que pretende implementar la DGT bajo el mandato de Pere Navarro para reducir la siniestralidad, es la disminución de los límites de alcoholemia para los conductores noveles y profesionales.
Según Navarro, esta medida es necesaria porque “en España superamos la media europea y las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, por lo que es una asignatura pendiente que debemos aprobar”, explicó. “No obstante, existe un debate abierto sobre el alcohol y la conducción. Algunas personas creen que pueden estar bien después de dos cervezas o dos vasos de vino”.
El nuevo permiso B1 a la vuelta de la esquina
Sobre el permiso de conducción B1, el director de la DGT destacó que está pensado para un vehículo eléctrico pequeño con una velocidad máxima de 90 km/h, que ya se utiliza en Italia, Francia y Portugal. “Aquí no le hemos dado tanta importancia, pero tiene cierta demanda y puede ser útil en áreas rurales”, señaló. “También es práctico para quienes viven en urbanizaciones periféricas y necesitan desplazarse a la ciudad. Estamos trabajando en la implementación del B1”
