<<Me llamo Mónica y mi entras leía el post de ¿Somos los moteros… solitarios?, parecían palabras pensadas por mí, es uno de los motivos por el que yo soy motera.
Recuerdo cierto día en las costas de Garraf, dirección Sant Pere de Ribes, paré un momento, para ver el paisaje, tenía 16 años y un ciclomotor, estaba sentada y pasó una supermotard en sentido opuesto al mío, al momento estaba a mi lado, con un chico que me preguntó si tenía algún problema, se alegro de saber que todo iba bien y siguió su rumbo, luego piensas… pasaron muchos coches y paró la única moto que pasó por allí, de esto ya hace 22 años. V´ssss>>
Hay una cosa que nos diferencia a l@s moter@ del resto de los seres humanos. La solidaridad.
En general, cuando vemos un coche averiado en un arcén muy pocas veces paramos. Simplemente seguimos nuestro camino y ni nos paramos a pensar si ese conductor o conductora necesitará ayuda o tendrá todo controlado.
Incluso a veces, si te caes por la calle, y hablo por experiencia propia, la gente pasa por tu lado y simplemente te mira. Si que es verdad, que si quien se cae es una señora o un señor mayor la gente suele (no siempre) ayudar, pero si se cae una persona más joven… puede que te miren hasta mal.
¿Pero qué pasa cuando vemos una moto parada en un arcén? Mónica ya fue testigo a la solidaridad motera a los 16 años.
L@s moter@s, aminoramos la marcha y nos paramos a preguntar si todo va bien o si necesita ayuda. Dispuestos a todo por un compañero nos hace diferenciarnos de los demás.
Y si les contestas con un “todo va bien” o “solo estoy mirando el paisaje” seguro que te contestan con un V’sss y una sonrisa.
¿No es genial saber que hay gente dispuesta a ayudarte?
Solo l@s moter@s somos capaces de sentir esa generosidad para con los demás.
Berta
