Una de las pocas cosas que se puede comparar con salir en moto con tu gente y tus amigos es poder recordarlo y revivirlo.
Nos juntamos un domingo 15 de abril de 2012 para disfrutar de las fantásticas curvas que llevan a Mazinger Z. Un recorrido limpio, con mil curvas y cero coches, con verdes paisajes y el sonido de los pájaros que se callaban al pasar. Una vez allí, nos concentramos alrededor de la majestuosa figura y le ofrendamos unas velas cargadas de deseos. Pedimos aquello que más anhelábamos y soñamos con conseguirlo.
Mis deseos se cumplen ¿y los vuestros?
Hoy por fin podemos recordar aquel fantástico día en el que peregrinamos a Mazinger… ¡Y lo conquistamos!
MazingerZ, la película;
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