La mejor visión desde una moto: Una de las principales ventajas que tiene viajar en moto siendo copiloto es la visión de la carretera que se tiene, a pesar de que ir en el asiento de atrás es menos divertido que llevar los mandos. Al estar más elevado que el del conductor el espacio dedicado al copiloto, la panorámica que el acompañante tiene de la carretera es más amplia, más completa, y a eso hay que sumarle que, como no tenemos que estar pendientes de la conducción, las señales, el resto de vehículos o el firme de la calzada (más allá de ir atentos para ayudar al piloto en la medida de lo posible y apuntarle cualquier cosa que se le haya podido pasar), disfrutamos muchísimo más de las vistas porque podemos dedicarnos precisamente a eso: a mirar.
Sin embargo, es cierto que seguimos teniendo como visión principal la espalda y el casco de nuestro piloto, como es normal, a no ser que vayamos todo el viaje mirando a los laterales. Pues bien, buceando por la red esta semana en busca de otra cosa que nada tiene que ver con lo que os voy a mostrar ahora, me he topado con un casco que está expresamente pensado para el copiloto. Se trata de un casco que cuenta con una pantalla que baja sobre los ojos y que va conectada a una cámara que se sitúa en el frontal de la moto. En la pantalla, el acompañante va viendo en tiempo real exactamente la misma imagen que el conductor de la moto, pero sin la responsabilidad de tener que conducirla. Igual que conductor y acompañante de un coche comparten la misma visión, al estar sentados uno junto a otro, lo que este innovador casco (que se comercializa en todo el mundo, también en España) hace es eso: ayudar a que piloto y copiloto compartan la misma visión.
Yo no he probado nunca uno, de manera que no sé cómo funcionará. Lo que sí he hecho es preguntar a algunas de mis amigas copilotos qué les parecería viajar con un casco que tiene estas características. Y con lo que me he encontrado es con que hay división de opiniones al respecto. Y yo que pensaba que todas iban a estar encantadas con tener la misma sensación visual que cuando conduces tu moto, pero sin llevarla. “A mí me parece que, al final, no deja de ser como si estuvieras viendo una película y se pierde un poco la sensación de complicidad con el piloto” opina Blanca. “Quizá al principio del viaje sí seas consciente de que vas con alguien pero cuando llevas mucho rato viendo carretera en vez de casco… no sé. No me convence, aunque la visión sea mejor”.
Para Mari Carmen, que lleva treinta años de copiloto con su marido, sí que es un avance. “Creo que es una buena forma de enseñarnos a quienes nunca hemos conducido una moto, por miedo, o por lo que sea, qué se siente. A mí me gusta viajar en moto como acompañante, pero tengo la espinita clavada de no haberme sacado el carné y no haber llevado nunca una. Es verdad que no será lo mismo porque tampoco llevas el manillar… pero al menos saber cómo se ven las cosas desde el asiento de delante, es una buena idea. Yo lo probaría. Quizá no para todos los viajes, pero sí de vez en cuando”. Como ella opina Silvia, quien se turna de vez en cuando el asiento trasero de la moto con su hermano aunque “no de forma equivalente. Vamos, que conduce más veces él que yo porque se queja muchísimo más que yo cuando va de paquete y al final, cedes. Me pondría ese casco aunque sólo sea para perderlo de vista de vez en cuando” bromea.
Lo que sí les ha parecido interesante a las moteras consultadas es que se fabriquen productos pensados para el copiloto, ya que generalmente se piensa en la persona que conduce y, aunque en cuestión de equipación suele dar lo mismo, hay “elementos de confort en el viaje que se podrían desarrollar o mejorar si las marcas pensaran un poco más en que el asiento de atrás de una moto suele ir ocupado también” sentencia Blanca.
Y vosotras… ¿probaríais este casco? ¿Os plantea curiosidad? ¿Dónde se tiene mejor visión: delante o detrás? ¿Echáis en falta más productos centrados en el copiloto?
Nos leemos en dos semanas. ¡Ráfagas traseras!
