El Ministerio del Interior ha llevado a cabo un experimento al dotar a los motoristas de la Guardia Civil de Tráfico con airbags, con el objetivo de evaluar su efectividad como medida de protección en carretera. Esta iniciativa fue presentada el pasado mes de octubre en la sede de la Dirección General de Tráfico (DGT) en Madrid por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska. Al acto también asistieron figuras de la seguridad vial y autoridades del sector, como Mercedes González, directora general de la Guardia Civil, y Pere Navarro, director general de Tráfico, junto con representantes de asociaciones de motoristas.
Esta fase experimental implica una inversión inicial de 2,5 millones de euros y la entrega de 4.661 chalecos entre los agentes antes de que finalice el año. El encargo se ha cerrado con la empresa FECSA, que es una empresa española especializada en la fabricación y distribución de indumentaria de protección de tipo militar. El proyecto incluye una segunda licitación para adquirir 3.595 chalecos airbag adicionales, con el objetivo final de equipar a toda la unidad de motoristas de la Guardia Civil.
El airbag para motos sigue en el punto de mira
El uso de chalecos con airbag comenzó en 2019, cuando se introdujeron 30 unidades para la Escuela de Tráfico de Mérida. Estos primeros modelos fueron utilizados como prototipos para definir especificaciones específicas para el uso de los agentes, incluyendo un sistema de activación sin cables y un diseño que permitiera su colocación sobre el uniforme sin añadir peso excesivo. Aunque estas unidades se diseñaron para evitar interferencias con las labores de los agentes, aún se desconoce si su efectividad en condiciones reales justifica su uso generalizado.
La mortalidad en motoristas sigue aumentando
La preocupación por la mortalidad entre motoristas sigue en aumento. Según los datos más recientes, en 2023 un total de 485 motoristas perdieron la vida en accidentes de tráfico, representando una cuarta parte de las muertes en vías interurbanas. En 2021, los motoristas representaban más del 21% de las víctimas fatales en accidentes de tráfico a nivel mundial, una cifra que ha provocado que las autoridades debatan soluciones tecnológicas y de infraestructura para reducir esta mortalidad.
El objetivo de alcanzar “cero víctimas mortales” en carretera para el año 2050 ha impulsado la experimentación con diversas tecnologías (pero sobre todo muchos radares, por si acaso), y el airbag para moteros es una de las opciones en estudio, según se deja caer en los números de la Revista Oficial de la DGT.
Los factores a tener en cuenta en los accidentes en moto
Las estadísticas revelan que más del 50% de los accidentes de motocicleta involucran colisiones con otros vehículos, y el 72% de los conductores que impactan con motociclistas afirma no haber visto al motorista.
Esto sugiere que la visibilidad es un problema crítico en la seguridad de los motoristas, y los airbags para motocicletas, que ya se utilizan en competición dentro de los monos de última generación, podrían convertirse en una herramienta adicional para mitigar los efectos de estos accidentes. Sin embargo, el coste de estos dispositivos sigue siendo un obstáculo para su adopción masiva.
Otro aspecto a considerar es la infraestructura vial, que históricamente ha sido diseñada pensando en la protección de los vehículos de cuatro ruedas. Países como Turquía ya han implementado barreras especiales para proteger a los motoristas en caso de accidentes.
En contraste, España aún tiene un largo camino por recorrer en la adecuación de las carreteras para estos vehículos, especialmente en las carreteras secundarias, donde sólo el 42% de la red convencional cuenta con infraestructuras adecuadas. La Asociación Española de Carreteras estima que una inversión de 1.800 millones de euros para mejorar las infraestructuras podría salvar más de 300 vidas al año.
Airbags para motos: un debate en evolución
Durante la I Conferencia Internacional de Seguridad Vial de la Moto en Zaragoza, expertos como Raúl Aranda, de la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich, señalaron el potencial de los chalecos airbag para reducir las lesiones en el tórax, que representan más del 50% de las lesiones fatales en motoristas. Estos dispositivos se inflan en caso de impacto, ofreciendo una protección adicional, aunque aún enfrentan desafíos técnicos, como su efectividad a altas velocidades.
A pesar de los avances, la implementación obligatoria de estos chalecos airbag parece estar lejos de ser una realidad. Actualmente, su uso es solo una recomendación y se centra en el ámbito de la competición y el sector de alta gama. En cuanto al uso civil, el alto coste de los dispositivos y las limitaciones técnicas plantean dudas sobre si serán una solución viable y universal para el colectivo motorista, o si son eficaces para los accidentes con salida de vía.
El Ministerio del Interior continúa observando el desarrollo de esta tecnología y su potencial impacto en la seguridad de los motoristas con este experimento conjunto con la Guardia Civil de tráfico. No obstante, dado que aún no se ha implementado la obligatoriedad del uso de guantes para motoristas, la adopción generalizada de chalecos airbag podría tardar aún en concretarse muchos años.
