Italjet Dragster 300: El regreso de la leyenda más noventera

Con un carácter inconfundible y un motor potente, esta leyenda noventera regresa renovada para quienes buscan más que un simple scooter: una experiencia urbana cargada de estilo y personalidad.

¿Te imaginas una época sin smartphones, sin Spotify y con más CDs que seguidores en redes? Pues así eran los 90, cuando la rebeldía se medía en chaquetas de cuero, cascos con stickers y motos que gritaban “mírame” desde lejos. Y entre todas ellas, la Italjet Dragster era la estrella. No hace falta haber vivido esa época para saber que esta moto tenía algo especial. Hoy, más de dos décadas después, la leyenda callejera está de vuelta. Y no viene sola: viene con un rediseño tan agresivo que podría formar parte del elenco de una peli de Fast & Furious, versión VHS.

Moderna, pero con alma noventera

La Italjet Dragster 300 no es solo una moto. Si en los 90 las motos servían principalmente para marcar estilo, esta nueva versión lo lleva a otro nivel. El modelo original desapareció allá por 2002, pero como cualquier tendencia noventera (hola, chaquetas oversize y pantalones de tiro bajo), ha vuelto con fuerza.

Y su reaparición en el EICMA 2023 fue como el regreso de las Spice al escenario: inesperado, brillante y lleno de actitud. Sí, sigue siendo un scooter. Pero no uno cualquiera. La Dragster 300 se planta con un diseño mucho más afilado, agresivo, incluso transgresor. Está claro: esta moto no quiere pasar desapercibida. Porque al final, si vas a gastar 7.099 euros en un scooter, mejor que sea en uno que no se parece a ningún otro, ¿no?

Huyendo del minimalismo y la sobriedad por los que optan algunos de los nuevos modelos, la Dragster es puro exceso estético. Es como esos videoclips donde el fondo siempre tenía llamas, neones o ambos. Todo está pensado para llamar la atención y atraer todas las miradas: desde su estructura vista hasta su postura amenazante. Y es que esta moto convierte cada trayecto en un desfile. Da igual si vas al centro o haces una escapada de fin de semana: todas las miradas se van contigo.

Una diva con carácter

En un principio, los scooters están pensados para ser prácticos, cómodos y facilitar el día a día. La Dragster 300 es un scooter, sí, pero lo de práctico y cómodo se podría coger con pinzas. Sin embargo, compensa con creces con su estética rompedoramente divertida y la experiencia que ofrece al conducir. Si no necesitas capacidad de almacenamiento ni espacio para copiloto, este scooter es claramente para ti.  

Debajo de su rompedor diseño hay un motor monocilíndrico de 300cc que entrega 23,8 caballos a 8.250 rpm y un par de 26Nm a 6.250 rpm. Pero la potencia no lo es todo. El comportamiento dinámico es una de las claves del atractivo de esta Dragster. Gracias al sistema de suspensión delantera con monobrazo –sí, olvídate de la horquilla tradicional–, la estabilidad en frenadas fuertes mejora notablemente. La moto se mantiene firme, sin ese hundimiento típico que te hace apretar los dientes, permitiendo que la frenada sea mucho más estable y recta.

Y para acabar de rizar el rizo: una pinza delantera Brembo que te garantiza una frenada de lo más potente. Además, la Italjet Dragster 300 tiene un asiento a 770 mm de altura, lo que hace que cualquier persona, sin importar su estatura, pueda apoyar los pies fácilmente en el suelo. Con un peso en vacío de 128 kg y una capacidad de combustible de 11 litros, el peso total ronda los 134-135 kg, posicionándose como uno de los scooters más ligeros del mercado.

El chasis multitubular no solo le da ese look industrial tan underground, también aporta rigidez y precisión cuando decides inclinarte en una curva. Aunque cabe reconocer que, una vez que te haces a la rigidez del chasis, es muy fácil de manejar porque es muy ligero. Pero seamos sinceros, esta moto no está pensada para quienes buscan una conducción de lo más suave y fina. La Dragster 300 es exigente.

¿La pega? Tal vez el asiento, un poco rígido sobre todo pensando en trayectos interurbanos de más kilómetros. Otro “pero” que se le podría encontrar a la reina de los 90 es la ausencia de protecciones aerodinámicas, ya que, si bien es cierto que añadirle una cúpula o una pantalla a esta moto arruinaría el diseño, sí que es cierto que en tramos de autopista o carreteras interurbanas se agradecería su presencia, sobre todo de cara al invierno.

Para quién es (y para quién no)

Esta moto no es para quienes buscan espacio bajo el asiento para meter la compra. No tiene baúl, ni tampoco intención de tenerlo. La Dragster 300 es para las que prefieren estilo antes que comodidad, actitud antes que practicidad. Es perfecta para quienes quieren sentir que montan algo diferente, especial. Y sobre todo, para los que saben que, a veces, lo más sensato es elegir lo que te hace sonreír.

Ficha técnica