La ciudad es lo peor para los moteros en verano. Con la llegada del calor, es común que más personas opten por usar la moto para moverse por la urbe. Al final es muy práctico sobre todo cuando las calles se congestionan con el turismo. Incluso muchos de estos viajeros alquilan las típicas scooters eléctricas para recorrer los lugares urbanos de manera práctica. Tú podrías ser uno de ellos.
Sin embargo, esta temporada también trae consigo desafíos adicionales, como el aumento del tráfico, las obras, que la gente va más despistada, que son fiestas…. Por ello, es fundamental ser precavido y estar consciente de los peligros que tiene la ciudad para las motos.
Distancia de seguridad
Mantener una distancia adecuada con respecto a los vehículos que te preceden es fundamental. Es lo típico pero no está de más recordarlo. Esto te permitirá reaccionar a tiempo ante frenadas inesperadas o maniobras repentinas. Especialmente para los conductores de ciertos vehículos alemanes que no traen intermitentes de serie. 🙄
Filtrar entre coches

El “filtrado” entre coches puede ahorrar mucho tiempo, pero debe hacerse con precaución. Hay que recordar que si circulas en la ciudad y los coches se encuentran parados esta práctica es totalmente legal siempre y cuando no invadas el sentido contrario. De hecho en algunas grandes ciudades, las motos tienen un espacio reservado en la “pole position” del semáforo. Algo que es de agradecer ya que nos protege a los motoristas.
Calcula muy bien los espacios y detente antes de empezar a colarte entre los coches para evitar sustos. Asegúrate de que los coches están detenidos y para si empiezan a moverse.
Siempre hay que estar preparado para una frenada de emergencia. No es la primera vez que alguien cruza entre los coches parados y el motero se lleva una sorpresa. Y ten siempre presente que somos invisibles en carretera. Si tienes una moto de marchas y tienes que dar un golpe de al gas (cogiendo el embrague) para hacerte oír, hazlo sin miedo. Si no te ven, que te escuchen.
Obstáculos en la vía

La ciudad está llena de obstáculos como coches en doble fila (que llegan a pararse de golpe sin señalizar) baches, alcantarillas y objetos en la carretera. Mantén siempre la vista en la vía para anticiparte a estos obstáculos y sortearlos sin poner en peligro tu equilibrio. Los baches y las grietas pueden desequilibrar tu moto si no los ves a tiempo. Y con las alcantarillas gigantes de la lluvia hay que tener un cuidado especial.
Trata de pasar sobre todos estos de manera perpendicular y con ambos neumáticos alineados para reducir el impacto de la falta de grip. Además, el verano es la época de obras por excelencia, así que mantente especialmente atento a las señales de construcción y desviaciones en la vía.
La pintura del asfalto, especialmente en pasos de cebra y líneas de demarcación, puede ser extremadamente resbaladiza. De toda la vida la pintura antideslizante que usan, desliza. Reduce la velocidad y evita frenar o acelerar bruscamente sobre estas superficies pintadas para prevenir sustos sobre todo si tu moto no tiene control de tracción.

Además, aunque es más común en la montaña (por desgracia), muchas veces se parchean grietas del asfalto con un material negro muy característico que seguro que te suena. Se llama termoplast y con el calor se derrite y resbala mucho.
Rotondas, el enemigo de todo motero en ciudad

Las rotondas pueden ser complicadas para los moteros debido a su diseño, a la inexistencia de carriles marcados en las grandes ciudades (y la anarquía que se produce) y al comportamiento impredecible de otros conductores. Reduce la velocidad al acercarte y cede aunque no debas hacerlo. Al final en moto tenemos las de perder. Las rotondas son zonas de cabreos constantes, así que mejor prevenir que curar.
Mantén una trayectoria constante y evita cambios bruscos de carril dentro de la rotonda. Recuerda que somos invisibles porque nadie nos tiene en cuenta. Mira una y mil veces al retrovisor y a los lados y sé ágil para salir del paso. Los hay que cuando ven a un coche metiendo el morro dan rafagazos o dan algún pitido para hacerse oir. Hay demasiado despistado siempre.
El asfalto de la ciudad

El asfalto puede volverse resbaladizo por el desgaste del tráfico y las altas temperaturas. En días calurosos, el asfalto abrasa y hace que pueda afectar a la tracción de nuestra moto. Conduce con cuidado y evita maniobras bruscas que puedan hacerte perder el control. Mantén precaución especialmente en las mencionadas rotondas, pues son las zonas donde más pulido suele estar el asfalto, donde más inclinación solemos llevar y donde el agarre se ve más comprometido.
Los “mosquitos” de la carretera

La ciudad está llena de peatones, ciclistas y ahora patinetes eléctricos que se van a cruzar irremediablemente en tu camino. Los ciclistas son aún más vulnerables que los moteros y aún así, son muchas veces los que menos normas de tráfico siguen. Ante todo mantén la distancia y adelanta cuando puedas.
Para los patinetes más de lo mismo. De hecho muchos usuarios no tienen ni carné ni experiencia en el tráfico o de noche van sin iluminar. Así que cuanto antes te quites el problema, mejor.
Los peatones siempre cruzarán por donde quieran. No se le puede hacer nada. Y encima si ocurre una desgracia la culpa la tienes tú. Extrema las precauciones especialmente en calles estrechas con coches aparcados a los lados.
¡Usa los espejos!

Revisa constantemente tus espejos para mantener un control de lo que ocurre a tu alrededor. Los cambios de carril y giros deben hacerse con la máxima precaución. Asegúrate de revisar los ángulos muertos, de ser ágil en la maniobra y sobre todo verifica que has puesto bien el intermitente para que te vean.
Muchos moteros siguen la filosofía de ciertos conductores de según qué coches alemanes que vienen sin intermitentes de serie. Pero está mal. Vale que en parado a veces llegar a la piña cogiendo el embrague es complicado pero ponlos siempre que puedas. No se gastan.

Circular en moto por la ciudad requiere atención constante a los numerosos peligros que los moteros tenemos en la carretera. Ten siempre presente que ante la duda no nos han visto. Somos invisibles y hay que hacerse notar. Siguiendo estos consejos, podrás disfrutar de tus trayectos urbanos de manera segura y eficiente, especialmente si estás de viaje y quieres alquilar una scooter pero te da un poco de apuro. Lo importante es estar seguros de lo que hacemos y siempre ir a la defensiva y con actitud evasiva para evitar los problemas.