Cuando pensamos en la estabilidad y el rendimiento de una moto, difícilmente nos paremos a pensar en el papel fundamental que juegan los neumáticos. Estos, normalmente subestimados, son los principales responsables de mantener la moto estable sobre el asfalto, por lo que la elección y el mantenimiento de estos componentes es de vital importancia. Para elegir un buen neumático hay que estudiar y valorar su diseño, compuesto y estructura, pues estos afectan directamente a factores como la adherencia, la durabilidad y la maniobrabilidad. En este artículo, desentrañaremos la ciencia que hay detrás de los neumáticos de moto y cómo influyen en la conducción.

Factores a tener en cuenta
Uno de los principales factores que debe garantizar un neumático es la adherencia. Una buena adherencia evitará que la rueda se bloquee al frenar en seco, así como que no patine y derrape en las curvas y cambios de dirección. Lo cierto es que la adherencia del neumático se compone por varios elementos fundamentales:
· La composición química: Pese a que la composición exacta de los neumáticos es un secreto guardado bajo llave por los diferentes constructores, es sabido que en su mayoría están fabricados principalmente por caucho, aunque también incorporan numerosos compuestos o elementos químicos como la sílice. De forma general, se diferencia entre gomas blandas y gomas duras, siendo las primeras las que mayor adherencia ofrecen.
· La temperatura: A cada compuesto le corresponde un rango de temperaturas para funcionar en estado óptimo, pues su adherencia máxima se dará en un rango de temperaturas concretos y luego disminuirá. Lo cierto es que la temperatura del neumático depende a su vez de varios elementos: de los esfuerzos a los que se está sometiendo (acelerar, frenar, …) y de las características de la superficie sobre la que está rodando (en un terreno seco un neumático liso dará una mayor adherencia, mientras que en uno mojado lo hará uno con dibujos, ya que evitará que se produzca “aquaplanning”). Generalmente, los neumáticos blandos tienen una temperatura de funcionamiento más elevada que los de goma dura y necesitan más tiempo para aumentarla.
· Presión: En primer lugar, cabe destacar que la presión de los neumáticos debe medirse siempre en frío, aproximadamente cada 15 días. Esta presión aumenta a medida que lo hace la temperatura y resulta un elemento esencial para la seguridad de los neumáticos. Un neumático con una presión excesivamente alta presentará un desgaste muy elevado en la parte central, causando a su vez una reducción de adherencia, y consecuentemente una mayor inestabilidad. Por su parte, un neumático con una presión demasiado baja también puede ser perjudicial, pues se desgastará rápida e irregularmente. Además, será más propenso a sufrir grandes deformaciones, las cuales pueden provocar un deterioro de la carcasa que puede desencadenar su posterior explosión.

· Desgaste y estado de la goma: En el caso de los automóviles, existe un límite legal de 1,6 milímetros de profundidad de la goma, aunque en el caso de las motos el límite será la pérdida del dibujo. Hay que tener en cuenta que cuanta menos goma haya, el agarre siempre empeora, por lo que ese puede ser un factor que ayude a determinar cuando realizar el cambio. Aun así, el desgaste de los neumáticos no suele ser uniforme: el neumático trasero, por lo general, se desgasta en su parte central, lo que provoca que se quede plano. Esto afecta la estabilidad de la moto, haciéndola más sensible al pisar zonas pintadas en el asfalto.
Por otro lado, el neumático delantero tiende a desgastarse más en los flancos, especialmente en los apoyos durante las curvas, lo que influye en la forma en que la moto inclina, volviéndola más torpe o subviradora al entrar en las curvas y dificultando mantener la trazada inclinada. Asimismo, aunque la presión y el desgaste de los neumáticos sea el adecuado, hay que pensar en que las gomas que llevan montadas muchos años pueden estar estropeadas a causa del ambiente, ya que el sol, los cambios de temperatura y el aire puede hacer que los compuestos de goma se endurezcan y pierdan elasticidad, lo que provoca que pierdan agarre.
Tipos de neumático
Existen distintos tipos de neumáticos, cada uno diseñado para adaptarse a situaciones específicas. Según el entorno o las condiciones de conducción, estos pueden estar fabricados con compuestos de goma más blandos o más duros, y contar con patrones de dibujo o prescindir de ellos. Si quieres conocer más al detalle cada tipo de compuesto y su uso, lee este artículo.
¿Cómo elegir el neumático adecuado?
A la hora de tomar una decisión sobre qué ruedas son mejores para nuestra moto, es importante tener en cuenta que cada tipo de neumático tiene su especialidad, por lo que se debe valorar el uso que le daremos. Por ejemplo, el neumático “Sport” puede llamar mucho la atención ya que se puede pensar que ofrece una gran adherencia. Sin embargo, este no resultará eficaz si se usa para trayectos urbanos cortos o con un clima frio o lluvioso, pues su máximo rendimiento se dará en una temperatura muy elevada imposible de conseguir circulando por la ciudad. Asimismo, en el caso de que el pavimento esté mojado, un neumático “Sport” puede producir más “aquaplanning” que un compuesto de carretera.