Cada vez son más los aficionados a apuntarse a eventos motociclistas no competitivos de larga distancia. Este año, el equipo Mujeres Moteras hemos hecho la Rider 500, que nace de Manresa (Barcelona) y te pasea por la geografía catalana y castellonesa (en el caso de la Rider 1000).
Hay Rider para todos los gustos
Hay varios formatos de Rider. La Rider 500, que es la que hicimos nosotros. La Rider 1000, la 700 y una para principiantes de los eventos motociclistas no competitivos de 300 km. Todas ellas comparten parte del recorrido y algunos puntos de control. Y solo en el caso de la Rider 1000 el recorrido se alarga hasta Castellón.
El formato Rider es diferente a los eventos de los que ya somos usuarios desde hace años como la Rodibook o la Eutichesbook, en la que descubres la ruta el día de antes y solo te ayudas para navegar de un roadbook.
Los recorridos de la Rider son conocidos semanas antes del evento y tienes una ruta recomendada por la organización que puedes descargarte en un GPS. Si no quieres hacer la ruta recomendada puedes ir directamente a los distintos puntos de control, pero corres el riesgo de saltarte los puntos secretos.
Nuestra Rider 500
El team Rider 500 2019 lo formábamos Anna 43rr y su acompañante Jordi, Eduard y yo, que llevaba una flamante Honda CB1000R + de color negro.
500 kilómetros parecen pocos y que se pueden hacer en un tiempo razonable, sin embargo, no te puedes despistar o acaba siendo una ruta de demasiadas horas.
En nuestro caso, varios errores de navegación que nos hacían parar en casi a cada cruce y una velocidad baja nos hicieron acumular una hora de retraso antes de las 11 de la mañana (la organización calcula cuánto tardas a cada punto de control), así que la cosa pintaba mal.
Sin embargo, pusimos en marcha mi plan B!. Una chuleta de pueblos con la ruta impresa y el apoyo tanto del GPS de mi móvil como del de Jordi hicieron que mejoráramos en ese punto.
La ruta planteada es de asfalto bueno y solo en dos tramos encontramos algo de gravilla. El resto, carreteras con buenas curvas y buen asfalto. Perfectas para disfrutar casi con cualquier moto.
La Honda CB1000R en la Rider 500
Al principio tenía mis dudas de si 500km de curvas serían adecuadas para una nacked radical y deportiva como la Honda CB1000R. Y más teniendo en cuenta que todo el viernes estuvo lloviendo y que el sábado el tiempo no pintaba demasiado bien. Sin embargo, me llevé una grata sorpresa.
La moto es ágil y ligera. Tanto que las curvas son tremendamente fáciles de hacer y corregir en el caso de cualquier error. Es bajita, cómoda de asiento y posición y fácil de mover en parado. Quizás el manillar es un poco ancho para mi constitución y por la tarde me molestaban un poco los deltoides.
Además, sus modos de conducción permiten que ajustes la moto a cada momento. Y si quieres una configuración especial, dispones del modo user en el que puedes ajustar la potencia del motor, el control de tracción o el freno motor al nivel que quieras.
500 kilómetros de Rider 500 con curvas abiertas y cerradas han sido una delicia con la Honda CB1000R.
Nota para futuras participaciones en la Rider 500, 700, 1000 o incluso en la 300
Eduard y yo, salvo el despiste a primera hora al coger un desvío que nos atajó algunos kilómetros, hicimos la ruta que marcó la organización. Tardamos 14 horas en hacer la Rider 500.
Teniendo en cuenta que paramos mil y una veces y que el ritmo era bajo, no estuvo del todo mal. Sin embargo, si el planteamiento es hacer la Rider 700 o la Rider 1000, hay que cambiar el chip y hacer las cosas bien:
- No parar más que lo justo y necesario.
- Llevar un GPS como dios manda que te permita seguir la ruta sin margen de error.
En este otro post os cuento cómo preparar una ruta como la Rider 500 (o superior).
Y si queréis ver qué es lo que no hay que hacer, podéis ver nuestra primera participación en la Rodibook y la locura de 21 horas de ruta en moto.