El Ministerio de Transportes ha lanzado una polémica campaña titulada “Más transporte público, menos Lamborghinis” para fomentar el uso del transporte público en España después de las palabras del Presidente del Gobierno hace unos días.
Esta campaña llega en un momento en el que el sistema de transporte, especialmente los servicios de Cercanías, o el AVE en la línea Levante-Madrid atraviesan una crisis severa con cientos de incidencias, retrasos y fallos en la infraestructura ferroviaria que han afectado gravemente a la movilidad de los ciudadanos.
La campaña, presentada por el presidente Pedro Sánchez y el ministro de Transportes Óscar Puente, utiliza un tono provocador, destacando en uno de sus anuncios: “Si te vas a mover que sea con clase. Si lo haces en Lambo quizás te retrase”, lo que ha generado críticas por su desconexión con la realidad de un sistema que enfrenta problemas crónicos y falta de inversión.
La promoción del transporte público, que según el gobierno busca ser una alternativa más sostenible y accesible, contrasta con los numerosos fallos que ha experimentado el servicio en los últimos años y sobre todo con la falta de eficiencia fuera de las grandes urbes.
Además, la campaña incluye una inversión de 40 millones de euros para fomentar el uso de bicicletas como parte del transporte público, dividiendo los fondos entre la expansión de los sistemas de bicicletas públicas y la subvención para la compra de bicicletas de pedaleo asistido.
Sin embargo, esta iniciativa ha sido fuertemente criticada, ya que no considera las limitaciones geográficas y orográficas del país, donde en muchas áreas las bicicletas no son una opción viable debido a las cuestas y la infraestructura deficiente.
‘El bus es cool’
En una doble lectura, tanto la campaña del transporte público como el anuncio de estas subvenciones a la bicicleta es preocupante. La antigua clase media ahora es clase baja, y es tan pobre que no solo puede comprarse un coche, sino que ahora le tienen que dar dinero para adquirir una simple bicicleta.
Ya no hablemos de Lamborghinis, donde solo se matricularon 46 el año pasado. España no es país de ricos, todo lo contrario. El coche que se puede permitir el “populacho” no es otro que el Dacia Sandero, que cuesta unos 15.000€ y fue el vehículo con más matriculaciones en 2023, concretamente 27.951 unidades.
Pero comprarse un coche ya es cosa de ricos, (rico ahora se considera ganar más de 2.000€ al mes o 30.000€ al año). Por eso el sector de las motos está en auge, que ya lleva un 15,7% más de matriculaciones con respecto al año pasado, y lo que le queda. Pero no, tampoco la gente se compra “motos de ricos”. El carro de las ventas lo están llevando las scooters.
Mientras se impulsa el uso de bicicletas y se fomentan mensajes contra el uso de vehículos privados, enmascarado en los Lamborghinis que “la plebe” no se puede permitir, el gobierno no ha abordado adecuadamente los problemas fundamentales del transporte público. Un sistema público que ninguna de las élites de este país utiliza. Algunos prefieren la vista de pájaro.
Desconexión total con la realidad
Las acusaciones de falta de inversión en infraestructuras ferroviarias y la percepción de que estas políticas van en detrimento de las libertades individuales refuerzan la idea de un ejecutivo que no logra solucionar los problemas del día a día de los ciudadanos, y por ello invita a masificar aún más el “transporte de los pobres”. Porque total, es lo que hay.
La próxima campaña fomentará el “walking” como la “nueva moda entre los jóvenes de ir caminando a los sitios: una forma de vida saludable y sostenible con el medio ambiente. ¿Lo pillas?”
La campaña ha sido un fracaso a la vista de la reacción de la gente a pie de calle o en redes sociales. Ha sido vista como un intento de desviar la atención de los graves problemas que enfrenta la sociedad a día de hoy, especialmente en el sector del transporte, cada día más inaccesible, al igual que la vivienda.
La narrativa populista con la coletilla “¿Lo pillas?” parece estar más orientada a atacar a ciertos estilos de vida (como usar tu vehículo para ir donde quieras y cuando quieras) que a resolver los verdaderos desafíos del momento que vivimos. No están atacando al Lamborghini, sino mostrándote el futuro para cuando no puedas permitirte ni el Dacia Sandero.