El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha anunciado que la Dirección General de Tráfico (DGT) está trabajando seriamente en la reducción de los niveles permitidos de alcohol para los conductores en España. La medida, que se enmarca dentro de una reforma del Reglamento General de Circulación, podría situar la tasa máxima de alcohol en sangre en 0,2 gramos por litro, lo que convertiría a España en uno de los países más restrictivos de Europa en este ámbito.
Este anuncio llega tras la reciente campaña especial de vigilancia y control de alcohol y drogas realizada por la DGT entre el 19 y el 25 de agosto, en la que se controlaron a 225.946 conductores, 14.000 más que en la campaña del año anterior.
De ellos, 3.801 dieron positivo en alcohol y/o drogas, lo que supone que cada día se detectaron 543 conductores bajo los efectos de estas sustancias.
La mayoría (89,3%) de los positivos fueron detectados en controles preventivos, mientras que el resto fueron identificados tras cometer infracciones, verse implicados en accidentes o mostrar síntomas evidentes de consumo.
Esto resalta que muchas veces, la velocidad que tanto quieren reducir o incluso el estado de las carreteras no son la causa principal de accidente, sino aquellos que conducen bajo los efectos de sustancias y que ponen el peligro al resto de usuarios de la vía.
La nueva propuesta para la tasa de alcoholemia
Actualmente, la tasa máxima permitida para conductores generales en España es de 0,5 gramos de alcohol por litro de sangre (o 0,25 miligramos por litro de aire espirado).
Sin embargo, la propuesta en estudio busca reducirla a 0,2 gramos de alcohol por litro de sangre (0,1 miligramos por litro de aire espirado).
Esta reducción no solo afectaría a conductores profesionales y noveles, como en propuestas anteriores, sino que se aplicaría a todos los conductores.
Esto incluye también a ciclistas, a los que el Reglamento General de Circulación considera como “vehículos” aunque no tengan motor. De hecho, un exceso de la tasa de alcohol es igualmente sancionable, sólo que en este caso no detrae puntos. Lo mismo pasa con los usuarios de patinetes eléctricos.
¿Y qué pasa en el resto de Europa?
Si finalmente se aprueba este límite, España se alinearía con países como Estonia, Noruega, Polonia y Suecia, que también tienen tasas de alcoholemia máximas de 0,2 gramos por litro de sangre. En contraste, países vecinos como Francia, Alemania y Portugal mantienen la tasa en 0,5 gramos por litro, la misma cifra que España tiene actualmente.
Objetivo 0,0%
La DGT insiste en que la única tasa segura de alcohol al volante es del 0,0%, ya que incluso con niveles bajos permitidos, el riesgo de accidente se incrementa significativamente.
En la práctica, el único escollo para aplicar la tasa 0,0% es el cultural. Nuestro país es conocido por su calidad de vida, las horas de sol, la tradición de la hostelería (el terraceo) y las celebraciones. El alcohol está muy arraigado en la sociedad, tanto que España entra dentro del Top5 a nivel Europeo y Top10 mundial en consumo de cerveza.
El alcohol es un depresor del sistema nervioso central que, incluso en pequeñas cantidades, puede provocar pérdida de control, deterioro de la función psicomotora y reducción en la percepción del riesgo.
Evidentemente, que algo acabe siendo ilegal, no lo termina erradicando. En la mayoría de accidentes donde el alcohol o las drogas son la causa principal, la tasa registrada en sangre era mucho superior a la permitida. Pero la concienciación sobre este asunto puede tener impacto de cara a la reducción de la siniestralidad.
Impacto potencial de la tasa 0,2
La reducción de la tasa de alcoholemia a 0,2 gramos por litro tendría un impacto significativo en la forma en que los conductores gestionan su consumo de alcohol antes de ponerse al volante.
Con esta nueva tasa, la tolerancia al alcohol sería casi nula: una simple cerveza, una copa de vino o un combinado serían suficientes para dar positivo en un control de alcoholemia.
Esto implica que incluso un consumo considerado “moderado” se traduciría en infracción, aumentando la conciencia sobre los riesgos del alcohol al volante y promoviendo una mayor responsabilidad entre los conductores.
¿Con cuanto alcohol se da positivo?
Las cifras muestran que el umbral para dar positivo con la nueva tasa es muy bajo. Según la DGT:
Cerveza: Con solo un botellín de 33 cl, un hombre podría tener entre 0,21 y 0,28 g/l, y una mujer entre 0,34 y 0,38 g/l, lo cual superaría los 0,2 g/l permitidos. Las mujeres, por constitución, suelen procesar mucho más lento el alcohol en su organismo.
Vino: Un vaso de 100 ml de vino generaría una tasa de entre 0,16 y 0,20 g/l en hombres y de 0,25 a 0,35 g/l en mujeres, lo que significa que con poco más de una copa, ambos sexos ya estarían en riesgo de sanción.
Combinados: Con un vaso de 50 ml de una bebida destilada, un hombre podría alcanzar entre 0,25 y 0,32 g/l y una mujer entre 0,39 y 0,55 g/l, superando ampliamente la tasa máxima que se plantea.
El rango de sanciones por superar la tasa de alcoholemia sufriría una modificación importante. Este es el límite actual
- 0.25 a 0.50 mg/l en aire (0.5 a 1.0 g/l en sangre)**: Multa de 500 euros y pérdida de 4 puntos del carnet.
- Más de 0.50 mg/l en aire (más de 1.0 g/l en sangre)**: Multa de 1,000 euros y pérdida de 6 puntos.
- Igual o superior a 0.60 mg/l en aire (1.2 g/l en sangre)**: Puede considerarse delito, con pena de prisión de 3 a 6 meses, multa y/o trabajos comunitarios, además de retirada del carnet por hasta 4 años.
Teniendo en cuenta que los umbrales actuales parten de 0.25g/l y que el incremento de la sanción, pérdida de puntos o tipificación del delito van en función de si se duplica este valor de referencia, se puede extrapolar a esta propuesta de reducción.
- Con la nueva normativa, superar los 0.20g/l podría acarrear 500€ de sanción y la pérdida de hasta 4 puntos del carnet.
- Un valor de 0.40g/l, que ahora entra dentro de este rango, ya sería duplicar la tasa, y entraría dentro del umbral de 1000€ y 6 puntos.
- Un valor de 0.60g/l seguiría siendo delito penal, con pena de 3 a 6 meses y sus consecuencias.
Aunque esto no se ha especificado todavía, es un cálculo aproximado para comprender cómo podría ser el impacto real de esta medida.
Esta propuesta de endurecimiento de la tasa de alcohol llega en un año en el que la siniestralidad está mostrando cifras preocupantes. Entre el 1 de enero y el 11 de septiembre de 2024, han fallecido 801 personas en las carreteras españolas, lo que supone un incremento del 2% (17 muertes más) respecto al mismo periodo del año pasado.
Además, la Fiscalía de Seguridad Vial informó que en 2023 se dictaron 50.071 sentencias por conducir con exceso de alcohol o bajo la influencia de drogas, lo que evidencia la persistencia del problema.