KTM, el fabricante europeo líder en motocicletas, se encuentra en un momento decisivo. El CEO Stefan Pierer, junto con el Co-CEO Gottfried Neumeister, anunció ayer 26 de noviembre un ambicioso plan de reestructuración para garantizar la viabilidad económica de la empresa y poder pagar a todos sus acreedores. Este movimiento responde a una combinación de factores financieros adversos que han puesto en jaque al grupo Pierer Mobility, propietario de marcas icónicas como KTM, Husqvarna, GasGas y MV Agusta.
Un “pit stop” para fortalecer la marca
Stefan Pierer describió la situación como una “pausa técnica” necesaria para reforzar los cimientos de KTM, empresa que considera su proyecto de vida. Fundada en 1992 con apenas 160 empleados, KTM se ha transformado en el mayor fabricante europeo de motocicletas, con una capacidad de producción de hasta 1,000 unidades diarias y una plantilla de más de 6000 trabajadores. Sin embargo, el rápido crecimiento ha traído consigo desafíos financieros, entre ellos una deuda neta de 1,469 millones de euros y una caída significativa en su margen de rentabilidad, derivada entre otras causas de la ola inflacionaria que azota Europa y que ha incrementado los costes de producción.
El plan incluye un procedimiento legal de reestructuración con auto-administración, que se iniciará el 29 de noviembre. El objetivo es completar este proceso en 90 días y enfocarse nuevamente en la innovación y producción de las motos.
Contexto: despidos y traslado de producción
La reestructuración no es un movimiento aislado. Durante 2024, KTM ya había recortado cerca de 10% de su plantilla, eliminando más de 570 puestos de trabajo en sus plantas de Austria. Estos ajustes se han visto acompañados por una estrategia de traslado de producción a China e India, donde los costes son significativamente más bajos.
Asociaciones con empresas como Bajaj y CFMOTO han permitido a KTM fabricar modelos como la 790 Duke y la 790 Adventure en Asia, duplicando su capacidad de producción conjunta de 50,000 a 100,000 unidades anuales. Sin embargo, esta decisión también ha generado críticas, especialmente por el impacto en el empleo local y la percepción de la marca en Europa.
Las razones detrás de la crisis
El aumento de los costes de producción en Europa, combinado con una inflación persistente y un mercado en contracción, han sido los principales detonantes de la crisis. Según el director financiero de Pierer Mobility, fabricar una motocicleta de gama media en Europa es un 30% más caro que hacerlo en Asia. Este contexto económico ha obligado a la compañía a recortar un 25% de su producción en suelo europeo y a buscar mercados emergentes para mantener su competitividad.
Además, el sector de bicicletas eléctricas del grupo ha reportado pérdidas significativas, afectando los resultados financieros globales. En el primer semestre de 2024, Pierer Mobility registró ingresos de 1,007 millones de euros, una caída del 27% respecto al mismo período del año anterior, con un EBITDA que se desplomó a -102 millones de euros.
Mirando hacia adelante
El reto para KTM y Pierer Mobility es claro: revertir la situación sin perder su esencia como marca líder en motocicletas de alto rendimiento. La dirección de la empresa apuesta por el compromiso de sus empleados y la optimización de recursos para superar la crisis.
A pesar de la turbulencia actual, el grupo confía en que estas medidas fortalecerán su posición a largo plazo. El tiempo dirá si este “pit stop” es suficiente para devolver a KTM al podio de la industria motociclista global.
En cuanto a su proyecto de MotoGP, donde cuentan con su equipo de fábrica y son socios técnicos de GasGas, la marca asegura que todo está bajo control y que no hay peligro para la continuidad del proyecto. Pero lo cierto es que cuando hay problemas económicos, lo primero que se suele cortar es el brazo de motorsport, que es la vertiente de marketing más cara y menos “rentable”. Habrá que seguir el transcurso de los acontecimientos durante los próximos 90 días para conocer si el grupo Pierer Mobility se vende al mejor postor y si Pedro Acosta se subirá a una KTM en 2025.