La gama de motores crossplane de Yamaha, originada en el mundo de la competición, ha redefinido el rendimiento y la experiencia de conducción en sus modelos de calle. Desde el ágil y eficiente CP2 de dos cilindros, hasta el potente CP4 de cuatro cilindros, estos motores destacan por su entrega de potencia, su par elevado, el sonido tan característico que tienen y una conexión directa entre el acelerador y la respuesta del motor.
Incorporados en modelos emblemáticos como la MT-07, MT-09 o la YZF-R1, los motores crossplane han trasladado la tecnología de MotoGP a la carretera, ofreciendo un equilibrio entre prestaciones y consumo con la que la firma japonesa ataca a numerosos segmentos de media y alta cilindrada.
CP2
El motor CP2 de Yamaha cuenta con este cigüeñal crossplane en una configuración de dos cilindros en línea. Este motor de 689 cc ha sido muy popular desde su lanzamiento debido a su potencia de hasta 74 CV a 8.750rpm y un par motor de 67 Nm a 6.500 rpm. Diseñado para ofrecer un equilibrio óptimo entre rendimiento, control y eficiencia, se encuentra en modelos como la Yamaha MT-07, la R7, la Tracer 700, la XSR700 o la Ténéré 700.
De hecho la MT-07 se considera una de las “reinas del A2” porque conserva todo ese par desde abajo al igual que su versión deslimitada. Las grandes prestaciones de esta moto y su relación calidad-precio marcaron una época gracias a este motor CP2.
El CP2 es conocido por su carácter ágil y su entrega de torque lineal, como si no se acabara la potencia, lo que lo hace ideal tanto para la conducción urbana como para la aventura. Su cigüeñal está a 270 grados y es un motor sorprendentemente eficiente en cuanto al consumo de combustible, ofreciendo cifras cercanas a los 4,3 litros por cada 100 km.
CP3
Dentro de la gama de motores crossplane de Yamaha, el motor CP3 de tres cilindros se destaca por su balance ideal entre potencia, torque y eficiencia. Este motor de 890cc, ofrece 119 CV a 10.000rpm y 97 Nm de par a 7.000rpm. Presente en modelos como la Yamaha MT-09, la Tracer 9 o la XSR900, es conocido por su capacidad para ofrecer una experiencia de manejo dinámica y ágil.
Este motor es famoso por su “clean torque”, que asegura una conexión directa entre el acelerador y la potencia percibida, ofreciendo una respuesta inmediata y precisa.
En cuanto a eficiencia, el motor CP3 se desempeña muy bien comparado con otros motores de configuración similar. Por ejemplo, la Yamaha MT-09, que utiliza este motor, ofrece un consumo de combustible impresionante de aproximadamente 4,7-5 litros por cada 100 km, superando a muchas motos deportivas de similar cilindrada en su segmento.
CP4
En la línea de motores de cuatro cilindros crossplane, Yamaha ha continuado desarrollando y perfeccionando esta tecnología en modelos icónicos como la YZF-R1 y la MT-10. Estos motores de 998cc, ofrecen una impresionante potencia de 165 CV a 11.500 rpm y 112 Nm a 9.000 rpm.
Característico por su sonido ronco, es una evolución directa de la tecnología utilizada en MotoGP, cuyos prototipos llevan años usando la configuración crossplane en el cigüeñal y en su momento de gloria, les proporcionaba una potencia y una tracción superior en la competición.
La característica distintiva de estos motores es su capacidad para ofrecer una entrega de potencia extremadamente lineal, con un par muy alto, lo que se traduce en una tracción superior y una respuesta del acelerador inmediata. Además, al igual que los motores CP3 de tres cilindros, estos motores crossplane CP4 reducen significativamente las vibraciones no deseadas, mejorando la estabilidad y las sensaciones de la conducción.
Un desarrollo directamente desde las carreras
Yamaha introdujo su motor crossplane por primera vez en su modelo YZF-R1 en 2009, un movimiento que fue ampliamente aclamado en el mundo del motociclismo. Desde su implementación, las motos equipadas con este tipo de motor han demostrado ser extremadamente competitivas en carreras de alto nivel, incluidas competiciones de MotoGP y el WSBK.
El diseño crossplane ha permitido a Yamaha optimizar el equilibrio entre potencia y control, lo que es crucial en un entorno competitivo. Los pilotos han comentado desde siempre que las motos con motores crossplane son más fáciles de manejar en condiciones extremas, como aceleraciones intensas y frenadas fuertes, lo que puede marcar la diferencia en una carrera.