Circular en moto por la ciudad no es tarea fácil: entre el caos del tráfico y los imprevistos, los errores pueden ser costosos. En este artículo te damos una serie de consejos clave para que puedas evitar los peligros más comunes y conducir con más tranquilidad.
Circular por la ciudad en moto es una de esas experiencias que pueden ser todo un placer, ¡o una auténtica pesadilla! No hay que ser un experto para saber que las calles urbanas pueden ser un campo de batalla: coches, peatones distraídos, ciclistas y semáforos que pueden jugarnos una mala pasada. A continuación, te dejamos algunos errores comunes entre moteros de ciudad, ¡y cómo evitarlos!
1. Posicionarte mal en el carril
Una de las primeras cosas que debes tener en cuenta al circular por la ciudad es la posición en el carril. No debemos cometer el error de situarnos en el centro del carril, sino posicionarnos más hacia un lado u otro, lo que nos permitirá un mayor capo de visión no solo del coche que tenemos delante sino también del resto, y, en caso de frenada brusca, facilitará la escapatoria. Pero ojo, hay que vigilar y que asegurarse de no quedar en el punto ciego del vehículo de delante.
Otra cosa importante a la hora de situarte en el carril es la distancia de seguridad, tanto con el carril de al lado como con el vehículo de delante. Además, si pasas cerca de coches estacionados, debes aumentar la precaución. Las puertas pueden abrirse de repente porque no te han visto, y puede acabar con un desenlace fatal. Por ello, en estos casos debemos mantener una distancia prudente con esos coches aparcados. Nunca se sabe cuándo alguna puerta podría “decidir” abrirse.
2. Adelantar entre coches en movimiento
Los adelantamientos en ciudad suelen ser inevitables, y es normal que pasemos entre coches en movimiento. Para evitar un posible impacto con el vehículo de delante si este decide cambiar de dirección repentinamente puedes usar estos dos trucos que te ayudarán a estar alerta y prevenir un posible accidente.

Una opción es fijarte en los retrovisores del vehículo de delante, ya que mirando la cara del conductor puedes predecir si tiene intención de girar, mientras que la otra es vigilar la dirección de las ruedas, ya que un leve movimiento puede indicar que quiere cambiarse de carril. Hay que tener en cuenta también que cuando llueve todo tiene que ser mucho más suave, ya que el pavimento desliza y necesitas más metros para frenar la moto sin caer.
3. Confiarte en los cruces y semáforos
El tráfico urbano es impredecible, especialmente en los cruces. Nunca te confíes si el coche a tu derecha parece que va recto. Es común que los conductores giren sin avisar, y te adelanten sin querer (o sin darse cuenta). Por eso, es fundamental que uses la visión periférica y estés siempre atenta a lo que está ocurriendo a tu alrededor.
Si ves que el coche comienza a girar aunque tú tengas el paso, frena o gira tú también si es necesario. Si no tienes margen para frenar, la mejor opción es girar a la izquierda para evitar que te pille en medio del cruce. Ya volverás a la calle correcta más adelante, pero es mejor prevenir que lamentar.
4. Las zonas peligrosas: ¡ojo con el “buscaminas”!
Hay ciertas zonas de la ciudad que son un verdadero “buscaminas” para las motos, como de las pinturas en la carretera, las manchas de aceite y los badenes de plástico que pueden hacer que tu moto patine, sobre todo en días de lluvia. En estos casos, es importante esquivar todo este tipo de obstáculos para evitar una frenada fuerte y una posterior caída. Aquí entra en juego también la distancia que dejes con el vehículo de delante, ya que, en muchos casos, si vas pegado a él, puede que no veas el badén hasta que ya estás prácticamente encima y ya sea imposible esquivarlo.


Cuando tengas que girar, asegúrate de hacerlo con la moto lo más recta posible. Además, si necesitas frenar, hazlo con cuidado: primero con el freno trasero y, si es necesario, con el delantero. Las frenadas de emergencia en estas condiciones pueden acabar en un resbalón, así que más vale ir con calma.
5. Cuidado con peatones, ciclistas y patinetes
¡Aquí el caos puede ser total! Los peatones en la ciudad suelen ir bastante despistados, muchas veces con la cabeza metida en el móvil, cruzando sin mirar, y lo peor: a veces ni se dan cuenta de que estás pasando, igual que los ciclistas y patinetes, quienes a veces parece que se les olvida que tienen que compartir el espacio contigo. Lo más importante aquí es tener una visión periférica constante y estar muy atenta a tu alrededor. Siempre hay que estar preparada para frenar o esquivar en un segundo.