Se acercan las fiestas navideñas, y con ellas, la tradicional Campaña Especial de Navidad de la DGT, que este año se celebrará del 16 al 22 de diciembre. Los controles de alcohol y drogas se intensificarán en todo tipo de carreteras, ciudades y a cualquier hora del día, con especial atención a los alrededores de restaurantes y locales de ocio nocturno.
Durante estos días, la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y las policías locales desplegarán numerosos controles a cualquier hora y en distintos puntos del país. El objetivo es claro: evitar que conductores bajo los efectos del alcohol o las drogas circulen, recordando que la única tasa segura sigue siendo el 0,0%.
El subdirector general de Movilidad y Tecnología de la DGT, Francisco José Ruiz Boada, subraya que “incluso con niveles por debajo del límite legal, el riesgo de sufrir un accidente aumenta”, insistiendo en la importancia de no consumir nada si se va a conducir.
El dato es alarmante: el alcohol continúa siendo la segunda causa más frecuente de siniestros mortales en carretera. Solo en el último año, se registraron 260 accidentes fatales donde esta sustancia fue un factor determinante. Por eso, la DGT recalca que ningún brindis vale lo suficiente como para poner en riesgo vidas en la carretera.
Época complicada para las motos
Sin embargo, si eres motero y sales a rodar estos días, seguro que sabes lo que te vas a encontrar: controles donde parece que los moteros somos el objetivo prioritario y un agente de la autoridad que revisará cada centímetro de tu moto en busca de cosas sin homologar. Aparte del control de alcohol y drogas.
Porque sí, hay quien lo hace mal, pero no todos somos kamikazes al manillar, ni mucho menos. Aun así, el foco de vigilancia recae a menudo sobre las dos ruedas. Y el problema, al final, no está solo en los que van de sobrado con la moto, sino en los conductores de coches que llevan una copa de más y convierten la carretera y la montaña en una ruleta rusa.
Según los datos de la DGT, en 2023, el 26% de los accidentes mortales estuvieron relacionados con el alcohol. Más de la mitad de los conductores fallecidos (53,6%) dieron positivo en alcohol, drogas o psicofármacos.
Cifras que asustan, pero que no sorprenden a nadie que se mueva habitualmente por carretera. Porque, al final, los que siempre salimos perdiendo somos los más vulnerables: los moteros. Además la DGT insiste con su campaña para fomentar los airbags para moto, después de iniciar el experimento con la Guardia Civil de tráfico.
Controles y normativa para estas navidades
Como cada año, los controles se van a multiplicar, y no sólo en las carreteras secundarias: habrá controles sorpresa en ciudades, autovías y nacionales. La normativa es estricta, y las sanciones, aún más:
- Entre 0,25 mg/l y 0,50 mg/l de alcohol: 500 euros y 4 puntos.
- Más de 0,50 mg/l: 1.000 euros y 6 puntos.
- Y si reincides: 1.000 euros sí o sí.
Para los noveles y menores de edad, la tasa permitida es 0,0%, sin excepciones. En el caso de las drogas, la multa asciende a 1.000 euros y 6 puntos. Si te niegas a someterte a un control, la cosa se complica: prisión de hasta un año y retirada del carné hasta cuatro años.
Además, la actual normativa de alcohol en sangre ya se encuentra en discusiones avanzadas y podría dar un giro de 180º para 2025, intensificando las penas y reduciendo los márgenes del etilómetro.
La responsabilidad también es de los coches
Por mucho que controles tu velocidad, tu trazada y vayas más alerta que nunca, poco puedes hacer si te cruzas con un coche conducido por alguien que ha salido de fiesta y ha bebido más de la cuenta.
En estas fechas, la carretera no perdona los errores ajenos, y cuando eres motero, llevas siempre las de perder. Basta un despiste, un adelantamiento mal calculado o una maniobra imprudente de un coche para que tu vida dé un vuelco.
Por lo pronto lo único que se puede hacer es ir con todo en regla, tener cuidado con las zonas de humedad y las placas de hielo e ir con mil ojos por si a algún despistado le da por cruzarse a tu carril en una curva.
“Conduce siempre como si llevaras el plato principal de la comida de Navidad”
La nueva campaña de la DGT busca conectar con los conductores a través de un mensaje cercano y navideño, aunque no exento de cierto toque crítico. La idea de conducir como si lleváramos un asado en el maletero es simpática y visualmente efectiva: nos recuerda que, si somos capaces de extremar el cuidado para que un plato no se estropee, también deberíamos hacerlo con algo infinitamente más importante, como la vida de los nuestros y la de quienes comparten la carretera con nosotros.
Sin embargo, bajo ese toque de humor y cercanía se esconde una realidad menos amable: necesitamos recordatorios constantes (y ser tratados como críos) para conducir con responsabilidad. El anuncio lanza una crítica sutil pero directa a las conductas temerarias que aún persisten en nuestras carreteras, especialmente por parte de los coches en fechas donde el alcohol y las prisas están a la orden del día.